(GMPOST) The Last Christmas in Hell (Teams Reunited)

Había que terminar esto de una vez por todas, esta aberracion habia causado grandes tragedias y conflictos dentro del campus. Los había puesto en peligro y sacado a la luz los rostros que generalmente escondemos...No pienso volver a cambiar de hogar...no pienso volver..- pensaba Myla mientras súbitamente su forma de zorro se avalanzo sobre Karma Meelike.

Quisa no fue prudente, pero ya no importaba, la impulsividad de los salvaje se apodero de ella y como una zaeta blanca intento clavar sus fauces en su oponente.

Meelike ni siquiera tuvo la oportunidad de voltear cuando Eudora la atacó. Fue como un flash: lo notó todo cuando escuchó como una explosión. Perdió el conocimiento, cayó al piso, no sientió nada. Lo que pareció ser una eternidad se trató de escaso medio minuto para de repente sentir un terrible dolor en todo su cuerpo. Estaba aturdida y aún no entendía qué pasó. Se lleva las manos al cuerpo y estaba sangrando, y mucho. En frente tiene a una Eudora balbuceando que ella no fue... ¿entonces quién fue? ¿Qué pasó? De repente, su magia azul se hace sentir. La Meelike portadora del karma había llegado, y con ella su castigo al fin. Ithuriel trataba de curarla al igual que Eudora, pero el daño era demasiado grande, no sabía si dos niñas de primer año podrían hacer algo. Intenta levantarse, pero al hacerlo, un chorro de líquido rojo sale de su boca al tratar evitar ahogarse con su propia sangre. La chica vuelve a caer al piso.




Sentía mucho frío debido a que se estaba desangrando, pero la llama de Karma Meelike le ofrecía una inconveniente calidez que le parecía reconfortante. Cerró los ojos mientras aún se quejaba del dolor. Pensó en sus padres, que al menos pudo despedirse de ellos. Pensó en las múltiples veces que su padre intentó hablarle del Mar Báltico cuando era niña pero ella siempre le volteaba la cara, o de las veces que su madre trataba de organizarle la ropa en su closet y ella siempre se molestaba por ello. Irónicamente, Meelike creció siendo muy organizada y tenía una identidad "secreta" con Pille, su mejor amiga, como las Brujas del Báltico. Pensó en Pille, que era casi como su hermana, pues en la época de la sequía, ella le dio de su mana para sobrevivir. A ella le escribió un mensaje, justo antes de salir a la que parecía ser su última aventura, diciéndole cuánto la quería y que la perdonara si algo salía mal. Inclusive pensó en Alan, le dio mucha pena que al final nunca se concretó nada entre ellos. Estaba lista...

-Señor Glendall... si aún estamos a tiempo... haga lo que tenga qué hacer... seguro estas nenas podrán curarme pronto...

Cerró los ojos y espero a que llegara la muerte. Ya no le importaba, o tal vez ya no podía pensarlo con claridad. El dolor era bastante y solo quería que terminara.

De repente, el recuerdo de su abuela en su mente. Su abuela de esta línea temporal murió y no había mucho que hacer, pero la mujer en otras líneas temporales siempre está luchando para corregir la paradoja y llegará un punto en que ya no podrá hacerlo más. Meelike tenía el poder de corregir ese tipo de paradojas pero nunca pudo hacerlo con la propia. 

Un ataque de pánico le llegó, se había impuesto una meta en su vida y no iba a ser capaz de cumplirla. Estaba entrando en shock, tanto por el ataque, la falta de sangre y la ansiedad.

Meelike intenta levantarse y observa a Karma Meelike justo a los ojos, y estaba decidida a pelear con ella.

-¡No! ¡Hoy no voy a morir! Yo no voy a...- una vez más escupe más sangre, su cuerpo estaba hasta el límite. Moriría pronto si no la salvaba un milagro.

Y aquí está ella, para reclamar mi lugar, pero para mí no es más que un ángel de la muerte. Es mi propio karma materializado, que me castigará por los males que le he hecho al universo. Es el fin...

-¡Yo no quiero morir así!- grita desesperada llorando.

Con las pocas fuerzas que aún le quedan, Meelike toma la figurilla que le había dado su antagónico profesor.

-Kiwi... por favor... ayúdame.... tengo miedo...

Dylan quien se encuentra en shock reacciona ante el poderoso mana de Karma Meelike, observa a Eudora asustado, probablemente había sido el acto mas bizarro que ha visto en su vida, pero no había tiempo, no más. Juntó tanto mana negro como pudo en sus pies haciendo una explosión que lo mandó directo a Karma Meelike, quien de repente sintió un bajon en su poder y recibió el golpe directo del Mono haciéndola caer, sólo para recibir el amable ataque de Myla, causándole daño. Su mente no podía entender que estaba sucediendo hasta que de reojo vió a la chica cíclope ensangrentada cerca del cuerpo de su otro yo en el piso. Meelike estaba muriendo y no por su propia mano!!
-NO! - grita Karma Meelike extendiendo sus manos y deteniendo el tiempo alrededor dejando a Dylan suspendido y a Myla igual, tenía que apresurarse, tenía que hacerlo rápido.

Dió un salto formando entre sus manos una enorme lanza de fuego que utilizaría para matar a todos ahí cerca de Meelike, pero justo cuando lanzó su poderosa embestida, la lanza no avanzó e hizo un golpe como si hubiera chocado con una pared de cristal. Karma Meelike observa sorprendida para ver en el altar a Glendall quien, extendiendo las manos y dejando salir la sangre de su cuerpo ha terminado el hechizo de invocación. El rostro de Glendall, pálido, sonríe sabiendo que su última voluntad es la de acabar con esto, entregando su sangre y ultimo respiro a Sleipnir para cumplir su último capricho. Glendall mira por última vez a Ithuriel quien solo le dice "Cuida a tu madre y hermano.." o al menos eso dicen sus labios al momento que el elfo se vuelve de piedra,  dejando salir la última gota de su sangre.

La estatua de Glendall, sonríe pacíficamente, al momento que frente a él aparece una poderosa luz que hace volar a Karma Meelike, la luz congela de inmediato toda la cueva dejándola adornada con hermosos cristales por todos lados, al momento que la figura de un enorme caballo blanco con cabellera de fuego azul. Este posee cuatro pares de patas las cuales se encienden en pezuñas llameantes del mismo color. Sus ojos son plateados y brillantes como diamantes.

"He aceptado tu plegaria... elfo... pero eres tu... hija de Vahi... digna de mi perdon...?"

Karma Meelike quien no puede creerlo se para y enciende su aura derritiendo todo a su alrededor. No puede permitir que Sleipnir y Meelike se unan o será su fin. Sin pensarlo, la chica de fuego usa todo el mana azul que puede para detener todo el tiempo. Cada una de las personas en la isla se ha detenido, transformando su cuerpo en una sombra gris, sin embargo Sleipnir voltea como si nada pasara y mira a Karma Meelike a los ojos.

"Te pregunto nuevamente.. Meelike Vahi... eres digna de mi perdón...?"

Karma Meelike se queda fría al escuchar eso, al momento que el cuerpo de Meelike, herido, se levanta y flota frente a Sleipnir, rodeada de un aura plateada y curandola de golpe, haciendo que de su cabeza broten dos hermosos cuernos de hielo igual de grandes que los de Karma Meelike.

"Sólo una Meelike Vahi debe vivir, sólo una Meelike Vahi sobrevivirá... sólo aquella que desea vivir existirá..."

Con un golpeteo, Sleipnir provoca que toda la realidad se quiebre, dejando solo un enorme campo de hielo infinito y  las dos nahuales místicos. La batalla termina aquí...

Notas del GM: escribió:
Sigue la batalla de las dos Meelike y luego sigue el GMPOST