(GMPOST) Brionac (Priv Keitaro/Claimh/Ian/Sadhya/Lomeahtar)

Keitaro lleva al niño caminando hasta el Bosque Prohibido, mas alla de donde fue el baile, poco a poco la obscuridad de lo frondoso de los árboles se hizo presente hasta llegar a un viejo observatorio envuelto en ramas y en bastante malas condiciones. Acostado justo fuera del lugar estaba un enorme dragon rojo el cual levntó la cabeza y al ver que era Keitaro solo movió un poco la cola, bufó algo de fuego y lo dejó pasar. El ambiente era increiblemente tetrico.

Dentro de aquel lugar solo habia una enorme sala, como un teatro y en el centro estaba un halo de luz que viajaba hasta el techo. Sentada dentro de la luz estaba Sadhya y en una esquina, a lo lejos, una enorme figura en silencio.
- Lomeahtar, esun gusto ver que se encuentra con bien - le dice Keitaro con una sonrisa amable - Lady Sadhya....

Podia sentir la energia de la Tuatha de Danaan, tan fuerte como la primera vez que la vió. Su ira, transmitida como un intenso calor irradiaba por toda la sala.
- Bien Ian... llegamos...

- Y como siempre es un gusto para mi que venga a visitar a nuestra cautiva, pero esta vez me extraña que haya traido a un joven invitado.

Mientras hablaba, Lomeaothar se acercaba para quedar de tal forma que pudiese someter a la prisionera antes de que pudiera hacer algo contra las visitas. La voz del enorme elfo sonaba fuerte, pero no emanaba ninguna sensación de ira o altanería, como el sonido de los truenos en la lejanía, no te haran daño... si no les provocas. Llevaba ya la mano en la empuñadura de su espada y el fuego que manaba de sus ojos ardia con intensidad.

- ¿En que puedo asistiros en esta ocasión?

Pregunto en tanto se detenía justo en medio del trio sin interrumir el contacto visual con la Tuatha, él sabía que por algún motivo no queria salir de aquella "celda", lejos de no poder hacerlo.

Avancé al lado de Furukawa hasta que llegamos a la…”prisión”, Sadhya estaba ahí junto al…ser de nombre Lomeaothar. A decir verdad, estaba nervioso había mucho en juego y muchas cosas que podían salir mal pero no tenía miedo, tal vez era demasiado tonto o solo demasiado ingenuo como para pensar que ella podía acabar con mi vida en segundos si así lo quisiera…simplemente, en mi cabeza ese escenario no existía, una persona no mataba a otra solo porque si…¿cierto?

-Yo puedo hablar solo con ella…- Le susurré al director e intenté sonreírle y expresarle algo de confianza.

No era la primera vez que potencialmente una idea mía podía matarnos a los dos…

-Queremos hablar con ella…- Respondí bajito –Me llamo Ian Silverwing…- Agregué para presentarme y luego volví la vista hacia Keitaro y guardé silencio para darle oportunidad de hablar.

Sadhya se encontraba sentada en medio del halo de luz, su ira iba en aumento mientras sentia como una presencia conocida y repudiada iba acercandose, sus ojos se mantenian cerrados, en cuanto escucho la voz del Director sus ojos se abren lentamente mostrando un azul intenso y llegando a la cúspide de su ira.

Miró de reojo al elfo que se acercaba y entablaba conversacion con los recien llegados, a pesar de que lo consideraba una peste por interferir en sus planes debia admitir que era fuerte asi que no debia dejarse llevar, ademas de que la deidad disfrutaba mas de una buena "caza". Lo que si llamo su atencion es la debil voz del niño que venia con el director.

- Espero que vuestra "visita" sea para algo importante y no solo para presentarme a un bebé - cambio su mirada del niño al director ignorando completamente al primero, no le agradaba tener a tantas personas no deseadas a su alrededor.

-No soy un bebé…- Murmuré entre dientes pero no lo suficientemente fuerte como para que me escuchara Sadhya, de hecho… le hice un puchero mientras hablaba. Me acerqué a ella tranquilamente o tal vez no tanto, estaba un poco nervioso pero me rehusaba a creer que me haría daño solo por el placer de hacerlo.

-Si hay algo importante…- Contesté serio, acercándome cada vez más hasta quedar frente a la celda. Me senté y dejé los codos recargados sobre mis rodillas. Sadhya ni siquiera parecía prestarme atención pero…aun así, continúe.

- Necesitamos tu ayuda…- Hice una pequeña pausa. –Quiero salvar a Mac…- Dije y aunque esas palabras casi podrían interpretarse como una burla, me apresuré a explicarle.
-Nuadha reencarnó y su alma está en el cuerpo de un niño que se llama Mac…pero el rey de los fomori lo capturó…cuando estuvimos en la isla, traté de evitarlo pero mi magia no puede alcanzar a Cichol, uso su magia fomori para envenenarme y se lo llevó…- Respondí y antes de que Sadhya potencialmente me quemara vivo…

Desenfundé la espada y la estire para dejarla cerca del halo de luz...


-Esta es Claimh Solas…se quedó conmigo pero tenemos que encontrar a Mac rápido…antes que Cichol lo lastime…Claimh no ha recuperado todas sus memorias por eso…te necesitamos…-

Ian habia sido filoso como una espada y divulgado todo a Sadhya sin medida. No pudo siquiera contestar a la pregunta de su huesped cuando soltó todo lo referente a Nuadha y Claimh solas. Era como si le hubiera dicho "tu papá no murio, esta vivo y aqui esta su espada" cosa que probablemente la Tuatha de Danaan no tomaría bien.

Inmediatamente, Keitaro extiende su aura para envolver a ambos, creando al menos seis hechizos de protección que no eran ni la mitad de los que traia aquel día que invocó a Lomeahtar. Esperó la respuesta de Sadhya ante esto.
- Ian Silverwing tiene razon... - murmura Keitaro - Al parecer, Claimh Solas y Nuadha aun estan en este mundo...

Notaba como el niño se aproximaba cada vez mas, lo miraba como un cazador mira a su presa, no es que yo estuviera mal, él se acercaba a mi por su propia cuenta y ademas... quien podria juzgar mis acciones? Mire hacia la persona que realmente me importaba, la caza se trata de esperar el momento adecuado y si hago algun movimeinto hacia este niñato perderia cualquier buena oportunidad teniendo en cuenta lo cerca que se encuentra esta peste, pienso mientras doy un vistazo rapido de reojo hacia el elfo para luego mirar nuevamente hacia Keitaro.

Cuando el chico menciono que necesitaba mi ayuda dirigi nuevamente mi mirada hacia él, "estara realmente hablando en serio?" pensé mientras escuchaba su "explicacion" este niñato se esta burlando de mi... la temperatura del ambiente iba en aumento cada vez mas y en mi mirada se podia observar enojo en demasia.

Esto era excesivo, hasta que punto pueden pensar que voy a tolerar esta sarta de mentiras y burlas? o acaso piensan que pueden venir y decirme estas patrañas y que lo creere? en eso observo como el niño coloca una una espada cerca de mi pero no le presto atencion, en estos momentos para mi no es mas que un cacharro.

Estaba tratando de contenerme por lo que habia dicho cuando escucho la voz del director afirmar lo anterior, en ese mismo momento no pude mas - ACASO QUIEREN MORIR EN ESTE PRECISO MOMENTO POR MENTIRME DE ESTA MANERA? CREEN QUE LO QUE DICEN TIENE ALGO DE SENTIDO? NOSOTROS NO REENCARNAMOS! Y TU ME DICES QUE NUADHA ESTA VIVO? - digo mientras doy unos pasos al frente en direccion al niño y sin salir de la luz, mi aura habia explotado en cuanto escuche las palabras de ese ser llamado Keitaro Furukawa, el calor en el lugar era abrumador y algunas de las protecciones que puso el director se agrietaban un poco

Cuando la tuatha comenzó a gritar y acercarse al borde de su celda de luz, Lomeaothar desenfundó su espada y una tenue flama de color gris incendió el filo de la hoja que inmediatamente quedo en al garganta de Sadhya

- Señorita, le pido contenga su aura. Sigue con vida porque Keitaro Furukawa lo pidió, sin embargo aún la considero una amenaza para lo que fui invocado, la llama que cubre este acero es una naturaleza diferente a la vuestra y puede herirla y no dudaré en cercenar su cabeza. Miré la espada frente a usted, no es común. Tal vez el pequeño no está mintiendo, por lo menos siento que su presencia ha sido invadida por algo que es diferente a todos los presentes en este momento.

La criatura Lomeaothar hablaba sin retirar los ojos de la tuatha y la hoja de su espada se mantenía firme apenas acariciando el cuello de la prisionera y ambas manos en la empuñadura lo que le daría una mayor potencia al ataque que liberaría a la menor provocación

-ESPEREN!- Les grité a los dos alzando la voz pero estaba nervioso por la manera en que todo se estaba desenvolviendo.

No quería causar problemas…

-Por favor!- Les dije a los dos, especialmente a Lomeaothar quien recientemente había amenazado con herirla.
-No estoy mintiendo! Lo juro!- Le respondí a la Tuatha Danan todavía un poco alterado, luego haciéndole un puchero. –Al menos déjame probártelo…- Agregué ya un poco más tranquilo.

-Yo tampoco entiendo nada, no sé nada sobre los Tuatha… pero yo no lo estoy diciendo…es la espada…-

 Suspiré finalmente y entonces sacudí la espada con desesperación. –Claim! Despierta!- 

La espada no despertó, sino que depronto, comenzó a brillar con gran intensidad... Poco a poco la espada fue soltando las manitas de Ian mientras comienza a flotar lentamente, irguiendose y soltando un potente pulso de luz. Poco a poco la figura de un hombre hecho de luz .. poco a poco dicha imagen comienza a materializarse.. hasta dejar ver a un hombre de alas negras y túnica, con un enorme brazo de metal...


- Sadhya.... hija mia... - murmura Nuadha mirandola con seriedad - Oh mi querida hija... has sido envenenada por los Fomori para cometer una atrocidad....

Nuadha, el Rey de los Tuatha de Danaan, heredero de la luz, portador de Airgetlam el brazo sagrado forjado por los mismos dioses estaba ahi... presente... El hombre desciende y voltea a ver a Keitaro y a Ian, para luego dirigir su mirada a Lomeahtar.
- Elfo, remueve tu espada del cuello de mi hija, esta bien, ella no hará más daño....

Keitaro estaba sorprendido.. si pensaba que había pocas cosas en el mundo que aun pudiera sorprenderle estaba equivocado. Nuadha, el difunto Rey de los Tuatha de Danaan había aparecido frente a todos. Inmediatamente, volteó a ver a Lomeahtar para que bajara su arma, era ya innecesario atentar contra Sadhya, después de todo tenía fe que la figura de su .. padre? Sería suficiente para detenerla.

Aun así, miles de preguntas abordaron la mente del Director al grado que tuvo que quitarse los lentes para limpiarlos. Intentó mantener la compostura y se acercó al oido del niño.
- No me dijiste que Claimh Solas tenía al Rey Nuadha adentro! - le murmura Keitaro a Ian, algo sorprendido y molesto con el niño - No sabes lo que hubiera pasado si perdias esa espada!!

El elfo mantuvo firme e inmóvil la hoja de su acero a pesar de la aparición de otro ser místico, tan solo se posicionó de forma tal que pudiera arremeter contra aquel que se estaba materializando en caso de ser necesario. En realidad no lo fue, su aura emanaba algo completamente diferente, a tal grado que alejó un poco la espada de su prisionera.

- Vuestras palabras son sinceras, sin embargo, fui invocado con un propósito –en ese momento vio la señal de Keitaro-, bien, atenderé su petición, pero no me alejaré de ella hasta que no la considere una amenaza a los puntos tratados con mi invocador.

Lomeaothar envainó su espada e hizo un saludo formal para el hechicero y el ente recién llegado, o transfigurado, y se puso a un costado de su prisionera. Aún sentía que era una amenaza y Loemeaothar no había roto un pacto hasta ese día.

Las flamas se avivaron con las palabras de Ian, estaba totalmente cegada por la ira, su hermano Dubhlainn agonizaba y el culpable estaba frente a ella.

Entonces él llegó, con su destellante luz inolvidable y sus ojos frios, pero llenos de una tranquilidad inmensa. Las flamas fueron cediendo al momento que sus labios intentaban esbozar palabra alguna. Estaba frente a ella.. pero.. ¿Cómo?

La prueba irrefutable de que los Tuatha de Danaan podían morir, Nuadha, el Rey de los Tuatha estaba frente a ella. Su padre.
- N...No puede ser... - murmura observandolo, pasando por completo desapercibido las amenazas de Lomeaothar.. - Pero... tú...

No entendía nada, los Tuatha eran imunes a hechizos de la mente, de ilusión y control mental. ¿Cómo estaban haciendo esto? Miró la espada empuñada con el reluciente Airgetlam... era acaso Claimh Solas??

Bajó las manos, exhausta, simplemente quería respuestas. Miró a Ian Silverwing, su apellido revolvía su cabeza con recuerdos...

Me quedé viendo al ¿fantasma? Que había salido de la espada, honestamente no entendía lo que estaba pasando aunque…la reacción de todos bastó para entender un poco…
-¿Rey Nuadha?- Dije extrañado e incrédulo entonces…y…¿Mac?

-Yo tampoco lo sabía!- Respondí alarmadamente pero tratando de guardar silencio…por respeto…esa aparición era la misma que se había postrado sobre Mac…

Pasé saliva pesadamente y tal vez no era muy inteligente de mi parte pero…

-Creí que usted vivía…dentro del niño de la isla…-

- Así es.. - murmura Nuadha extendiendo sus alas - Lo que estan presenciando es solo un reflejo, una ilusión creada por las memorias del Rey de los Tuatha de Danaan, Nuadha. Pero todo tiene una explicación logica. Pero primero necesito que todos se calmen y escuchen con atención. No podré mantener esta forma mucho tiempo....

"Hace tres mil años aproximadamente sucedió la segunda y última guerra sagrada entre los Tuatha de Danaan y los Fomori. Estos, hartos de ser exiliados de la luz decidieron tomar los tesoros de dagda para ellos y usarlos para fines nocivos para todos los seres de este planeta. Balor, el segundo principe de los fomori había utilizado el poder del caldero de dagda, que tiene el poder de otorgarle vida eterna a quien lo use, para obtener un poder similar al de nosotros. Por desgracia, los fomori obtuvieron la habilidad de usar magia, una magia obscura y siniestra que no respeta ningúna regla mas que la voluntad de quien la use. Asi mismo, la sangre de aquellos inmortales se volvió venenosa para nosotros, transformandolos en la primera amenaza y ventaja para ganar la guerra de Mag Thuireadh... "

Nuadha abre su mano y un holograma de un enorme ser demoniaco y Nuadha luchando llega a su fin con una potente estocada.
- Privandolo de sus privilegios como Fomori, antes de morir a causa del veneno, castigué a Balor a tomar la forma de un ser humano, aunque inmortal, quien no podría volver con su raza y tendría que vivir en la tierra como el siempre quiso. Pero en la soledad de que ni uno de sus hermanos podrá seguir su camino nunca mas. Volviendolo un rey solitario. Los otros dos reyes.. Cichol y Elatha tomaron diferentes caminos que ahora conozco. Elatha fue eliminado por Balor hecho humano, transformandolo en piedra y en su ira, Cichol perdió la cabeza en deseos de venganza, esperando el momento para levantarse en armas. Alimentando a sus fomori de su sangre y volviendo a cada uno de ellos peligroso para cualquier ser vivo... sus armas yb atallones estaban listos... pero había más que hacer..."

Nuadha observa fijamente a Sadhya.
- Ahi fue donde tu te equivocaste... - murmura extendiendo su mano para formar otro holograma.

"Balor en su forma humana asesino al único clan sobre la tierra que estaba en contacto con nosotros.. los druidas del nemetón y tomó el lugar del sumo sacerdote... infiltrandose en Falias.. nuestra ciudad y envenenando a Dubhlainn, el protector del Arpa de Dagda... Balor te llenó la cabeza de mentiras, diciendole a ti y a Taranis que habia sido Keitaro Furukawa envolviendote en su telaraña y engañandote... "

El Tuatha guarda silencio, puede sentir su energia drenandose rapidamente.

"Por mi parte... cuando mi cuerpo estaba a punto de desaparecer al igual que mi alma... un hombre de nombre Ellioth Silverwing apareció y drenó la sangre fomori de mi cuerpo. Gravemente herido y no teniendo la oportunidad de sobrevivir mas que unos minutos, me hizo formar un pacto con él para que en su momento, ayudara a su hijo quien esta aqui presente y formaramos una alianza para vencer a los Fomori de una vez por todas... A cambio de aceptar, el rompió de alguna manera misteriosa las reglas de la naturaleza y dando su vida me permitió viajar a La Brecha entre la Vida y la Muerte donde tuve la oportunidad de renacer. Antes de morir grabé mis memorias en mi fiel espada, Claimh Solas, quien despertaría al momento de reencarnar...."


"La espada durmió durante mucho tiempo,enterrada entre los escombros dela guerra, perdida, hasta que Mac nació. El último miembro de la descendencia de druidas del nemetón. Hijo de aquellos que en temor de la violencia de Balor lograron salvarse de la carniceria. Aquel que porta la sed de sangre fomori y deseos de venganza, pero a su vez, adiestrado para ser un paladín de la justicia.. Mac Solas..."

Las palabras de Nuadha le llegaban a su orgullo, más que a otra cosa. ¿Cómo había podido ser tan tonta? Apretó los puños que se volvieron dos flamas grandes intentando controlar su ira. Tenía muy en claro que debía reparar este error y tomar la cabeza de Balor tan pronto como sea posible. Fue entonces cuando observó a Ian y a Furukawa.
- Si mi padre esta en lo correcto, entonces les debo una disculpa- dice haciendo una reverencia - De parte de todo el Circulo de Tuatha de Danaan, Keitaro Furukawa, estas absuelto de cualquier culpa por el atentado de mi hermano Dubhlainn...

Dicho esto, Sadhya hace un movimiento para romper la barrera de luz alrededor de ella de un impulso y mira a Lomeahtar con seriedad, para luego dirigir la vista a Nuadha.
- Padre, juro que limpiaré mi nombre tomando la cabeza de Balor, Segundo Principe de los Fomori... y traeré el balance y la paz a este mundo - murmura con determinación - Por mi pueblo que lo haré!

Sin decir más, comienza a caminar en dirección a la puerta.

Escuché toda la historia con atención, realmente todo lo que estaba diciendo era muy parecido a lo que se decía en los cuentos, me daban escalofríos de solo pensar que algunas historias tenían algo de verdad oculta entre sus párrafos…

Sin embargo, lo que más me sorprendió fue cuando mencionó el nombre de mi padre…no tenía sentido para mí, eso había pasado hace 3000 años y mi papá no tenía esa edad…o…¿sí? Observé a Furukawa con el ceño algo fruncido mientras trataba de encontrar una respuesta lógica, tal vez solo era una coincidencia…otro Ellioth Silverwing quizás y aunque no sabía a ciencia cierta la labor que tenía mi papá, sabía que saltaba todas las reglas posibles…incluso la muerte...

-Esperé! Señorita Sadhya!- Le grité a la tuatha…acercándome pero sin tocarla. –Podemos hacerlo juntos! Necesitamos su ayuda…- Agregué, además todavía no le preguntaba lo que tenía que preguntarle…


-Queremos revivir el Brionac para pelear contra el rey de los fomori…tenemos un fragmento del Lia Fáil y la luz del Rey Nuadha que aún vive en Claimh Solas…pero…solo usted puede guiarnos…-

Cuando Ian buscó a Furukawa con la mirada, este olimpicamente sonrió viendo para otro lado. Eran cosas que no le tocaban contarle a Ian, probablemente cuando Ellioth regrese tendrían mucho que ponerse al corriente.

Luego de eso Sadhya comenzo a retirarse. Inmediatamente el Director le hace una seña a Lomeaothar para que se detuviera y caminó a lado de Ian.
-Ian Silverwing tiene razón - agrega el Director- Esta no es una batalla que usted sola pueda ganar, los Fomori han preparado un ataque pronto... y han obtenido gran poder. Si tienen la reencarnacón de Nuadha significa que pueden utilizarlo para reforzar su ataque. Los Tuatha de Danaan no pueden perder a otro lider...

Se queda un momento en silencio viendo a Nuadha.
- Ian y yo nos encargaremos de fabricar un nuevo Brionac, pero necesita ayudarnos...

El tiempo de Nuadha en este mundo estaba terminando... sabía que no podría ayudar mas a Ian al terminar esto, ni tampoco comunicarse. Volvería a ser sólo memorias.

"Ian Silverwing... te encomiendo a Mac Solas... mi nuevo yo.. para que tome su lugar como el Rey de los Tuatha De Danaan... mi tiempo aqui ha terminado y de ahora en adelante el futuro de la tierra cae en sus manos. Keitaro Furukawa, has creado un Instituto tan utópico que ningún ser mágico hubiera podido lograr.... por favor sigue instruyendo a las futuras generaciones a mantener la paz y el balance de todos los seres vivos de esta tierra... hija mia... es tu deber instruir al nuevo Rey y guiarlo por el camino del Orden... recuerda nuestro juramento...."

El cuerpo de Nuadha comienza a desvanecerse lentamente mientras sonrie tranquilamente hacia Ian.
- Ian Silverwing...- le murmura - ha sido un placer... como mi última voluntad en este mundo... utiliza esta valiosa espada para forjar el Brionac. Puedes encontrar más Lia Fail en Sgrios Cinneacth... sólo usen la espada como guía.... Que la luz del amanecer siempre te guíe por el buen camino... hijo de Ellioth... gracias ...

Sin decir más... el cuerpo de Nuadha desaparece dejando caer la espada Claimh Solas al piso, sin vida...

Lejos de ahi...envuelto en raices purpuras en un cuarto obscuro. Mac Solas abrelos ojos lentamente.

"Lo recuerdo todo...." murmura cerrandolos nuevamente... durmiendo...