(GMPOST) Henry ( 09 / 09)

Miercoles 23 de Agosto de 2023
Hospital Estudiantil Marcus Cooper - Urgencias (7:40 AM)

Los relampagos y truenos comenzaban a sentirse en las ventanas del area medica mientras que Clementine solo se quejaba y se movía lentamente sintiendo como su cuerpo perdía la fuerza. Aquel lugar era un area especial para profesores con algunos aparatos especiales no aptos para todo publico. Un rayo cae cerca del Hospital golpeando el piso con fuerza. Las luces comienzan a encederse de lo obscuro del exterior…

Algo estaba mal. Ryoji estaba asomado a la ventana, jalando las cortinas. Había estado ahí desde la noche anterior, puesto que la Doctora le había pedido que hiciera guardia porque estaría ocupada con asuntos externos. Pero ahora…

No, tenía que concentrarse. La vida de Clementine estaba en sus manos, y le debía mucho a esa mujer. El chico vuelve a su lado mientras el pitido del electrocardiograma rompía el silencio de la habitación. Jalando su computadora, Ryo cambia su modo de visión para ver rastros de mana dentro del cuerpo de la mujer. Lo que estaba plagando su cuerpo era… diferente. No era nada que hubiera visto nunca, y no se comportaba de la misma forma que ninguna partícula mágica. Sabía que era una substancia de una naturaleza similar a la del mana, pero… hasta que no estuviera seguro de qué era no podía transmutarla o removerla de su cuerpo. El mana blanco sólo había logrado retrasar lo que de otro modo ya hubiera matado a la doctora, pero eso no funcionaría suficiente tiempo. Estaba en una carrera contra reloj, y cada beep que indicaba el pulso de Phelettier marcaba uno a uno los segundos que pasaban.

Otro trueno cae al momento que Clementine comienza a jadear y a balbucear incoherencias… sin darse cuenta, la doctora toma el brazo de Ryoji y aprieta, al menos, con la poca fuerza que tiene.
- Henry… Henry… por favor… ah… - murmura la mujer al momento que se relaja y parece volver a perder el conocimiento...

Ryo se acerca a la Doctora para escuchar sus palabras, al mismo tiempo apretando su mano. -Henry?- pregunta el chico en voz baja. -Eso es…

Por un segundo el chico pensó que Clementine estaba alucinando, pero pronto entendió. Empezó a buscar frenéticamente el celular de la Doctora por el cuarto, o su bolso, o…

Eso era, el hechizo que había puesto en el bolso. El chico cambia una vez más su vista para distinguir el mana a través de las paredes y simplemente sigue la firma de mana del encantamiento que había puesto para que la bolsa pudiera levitar. Siguiéndola sale del cuarto para dirigirse a la oficina de la Doctora, pasando a un lado de un Aris que estaba inconsciente aún en una camilla al lado de Clementine.

La oficina seguía siendo un desastre. Libros tirados, el vaso roto, pero la bolsa estaba ahí. El chico la toma y saca el celular inmediatamente, desbloqueándolo con mana amarillo.

Había un mensaje de voz en la pantalla principal, que al presionar, no solo era voz sino tambien video. Era Clementine quien se grabó mientras checaba los libros. Traia puestos los lentes con los que leia cuatro libros al mismo tiempo.
- Ryoji, si estas viendo esto es que soy tu madre… - dice la Doctora aguantando la risa - No no es cierto, pero siempre habia querido hacer eso… Si estas viendo esto significa que mis dudas son ciertas… en verdad estoy - el sonido de la voz de clementine se interrumpe por el poderoso trueno que cae cerca - y pronto perderé el conocimiento. No sé si vaya a sobrevivir… pero necesito que cheque la USB de jeringa de mis llaves, ahí viene información que probablemente te ayude a salvarme.. o al menos.. a proteger a la gente que pueda ser atacada luego que yo. No tengo mucho tiempo, no puedo decir palabras bonitas pero te agradezco todo… sobreviva o no, eres el mejor…. nos vemos.

El chico no pudo evitar sonreír, pero la urgencia del momento lo movió. Se apresuró para buscar las llaves, sintiendo el USB con su tecnopatía. Al encontrarlo, se teletransportó de vuelta al cuarto de hospital, junto a la Doctora, y no tardó en conectar la memoria, empezando a leer toda la información que la mujer había investigado y guardado.

-Fomori…- murmura el chico en voz baja, corriendo una vez más para buscar los libros que la doctora había dejado. La clave para sobrevivir a esa amenaza estaba inmersa en esas páginas y en la memoria de Clementine.

Pero no podría hacerlo solo.

El chico busca en la lista de contactos del celular de Clementine el nombre de la Subdirectora del Instituto, Caroline Granth. Necesitaba la ayuda de la directora para traer a todos los que pudieran ayudar… y volar.

Caroline entiende la situación. ¿Que estaba pasando? Primero alumnos se quedan atorados dentro del Instituto con el Director y Hazel Korhonen peleando contra dos maestros locos, luego Kyle se vuelve loco y ahora esto? El estrés aumento tanto como los días 28 que tenía que pagar las tarjetas. Agarró valor y comenzó a mandar un pulso mental a todo el Campus Occasum pidiendo ayuda… esperaba que alguien tuviera la suficiente capacidad mental para comprenderlo.

“Queridos alumnos del Instituto… estamos buscando voluntarios que puedan acudir al Hospital Marcus Cooper para que nos ayuden con ciertas tareas… Les avisamos que la Doctora Clementine esta gravemente herida y necesitaremos de su ayuda. Toda mano es util… favor de reportarse con la subdirectora Caroline Granth…”

La subdirectora se cruza de brazos mientra espera ansiosa que alguien esté cerca… y sobretodo, que tengan el valor para llevar a cabo las tareas que Ryoji ha pedido…

Notas del GM escribió:Reglas en Facebook!!

Post de entrada significa que entras al evento y no podrás participar en otros.

BUENA SUERTE Y DIVIERTANSE.

Jules se levanta de golpe al escuchar los ruidos en el exterior. El cielo esta obscuro, truenos caen de todos lados, pero lo que mas lo altera es lo que parece ser el sonido de una bestia rugiendo. Se viste rápidamente, listo para ayudar a quien encuentre herido, pensando en lo peor cuando escucha un mensaje en su cabeza. 


Sus ojos se abren en preocupación al escuchar, Clementine, la directora del hospital, la directora de SAL. ¿Se encontraba herida? Jules no lo dudo dos veces, esta vez se preparo, tomando su ballesta, las pocas flechas que había comprado para sus clases. Y sin dudar mas uso su llave para abrir el portal al hospital. Avanzo y golpeo contra la pared. ¿Seguía en su habitación? Dio un paso atrás y volvió a girar la llave, nada, nada, nada. Justo en el momento que mas la necesitaba no parecía estar funcionando. Voltea a ver a Ithuriel, pero no desea despertarla, tendría que preguntar después donde guardaba su llave, si regresaba. Abre la ventana de su habitación, sintiendo como una aire frío entra, y estira sus alas, elevandose rápidamente para llegar lo antes posible al hospital.

Aterriza una vez que ve a Caroline abajo. "Buenos dias!" la saluda, con algo de preocupacion "¿En que puedo ayudar?".

El ángel podía tanto participar en la batalla como ayudar en el hospital y sabía que donde sería más útil era en el hospital así que inmediatamente salió rápido a la oficina de la subdirectora, era su costumbre golpear a la puerta antes de entrar pero como había alguien herido de por medio abrió de golpe, anunciando su llegada de la misma forma. Obviamente llevaba su espada, su arco y sus flechas consigo, después de todo era raro cuando no los llevaba.


-Yo puedo ayudar, ¿en qué soy útil?- Preguntó al mismo tiempo mientras ingresaba a la oficina, con una mirada seria y decidida.

El demonio había escuchado un montón de ruido mientras intentaba dormir, como siempre había llegado del trabajo tarde así que apenas y podría tener un poco de descanso ante de las cklases, solo esperaba una pequeñ siesta y entonces la campana sonó, decidió quedarse en la cama un poco más y usar su llave para llegar a clase - qué está pasando? - al levantarse se asomó por la ventana y vió un gran destrozo afuera, sin embargo luego de lo que había ocurrido el primer día, realmente no le dió mucha importancia, sin embargo mientras se estaba cambiando escuchó a la directora de la universidad hablando dentro de su cabeza, relmente le molestaba el mana naranja de alguna forma, pero esto parecía algo real.

Apenas con la ropa mal puesta se apresuró a usar su llave a la zona de urgencias y fué ahí donde notó que no funcionaba, alterado por esto abrió la puerta y comenzó a correr levantando vuelo en dirección al hospital, se tardó un poco en llegar ya que sus alas no eran tan rápidas pero al fin logró llegar - qué está sucediendo!? Qué hay que hacer?

 

Con rápidos movimientos y un esqueleto despaturrado llega aventandose sobre Kaiser para detenerse. Al colisionar, Lorenzo se rompe cayendo al piso.
- MON DIEU!! LA DOCTOGA CLEMENTINE NOOO!! - dice llorando - ELLA ES TAN BUEEENA!! Oh, Monsieur Kaisejj un gusto ~

Luego de saludar su cuerpo comienza a armarse un poco. En lo que saluda a todos los de ahi.
- YO AYUDAGUE! YO AYUDAGUE! - dice dando saltos y sacando su violin.- MONSIEUR RUB~Y! HOLAAA!

Rose se encontraba en el hospital, se había quedado toda la tarde anterior ayudando; el ataque de Aris en la clase de combate la dejó bastante preocupada nunca había visto tanta brutalidad en ninguna clase de ese tipo.

-Vamos... despierta... es la peor broma que has hecho - le decía moviéndole su cabello del rostro - debí de haber intervenido.. lo siento....- Sabía que su amigo estaría bien pero aún así... ¿y si pudiera haber hecho algo? Ryo pasaba de vez en cuando durante su guardia aunque ella le mencionaba que podía encargarse.

Es cuando el profesor Korhonen llegó con su amigo y la Doctora; se puso de pie primero sin saber que decir, el ausente color en el cabello de su tutora la hizo palidecer. Ayudó a despejar el área y la camilla continúa, quizá no tenía magia pero podía asistir a Ryoji de alguna manera. Para la mañana estaba agotada, había dormido en lapsos pero se sentía terrible en no poder hacer algo más mientras su amigo estaba en su carrera por ayudarla.

Los sonidos intermitentes de la maquina la mantenían alerta pero no lo suficiente, se disculpó un momento mientras iba a tomar algo y quizá mojarse el rostro. Los fuertes truenos la tomaron por sorpresa viendo a las ventanas preocupada, cuando tornó su vista al pasillo pudo ver a su amigo correr rumbo a la oficina -¿Ryoji? - pero este iba con bastante prisa para notarla, decidió regresar a la habitación a vigilar a la profesora, estaba bastante débil sostenía una de sus manos -ojalá y pudiese hacer algo- le mencionaba con la voz entrecortada.

El mensaje de la subdirectora parecía bastante... no tenía un buen presentimiento desde la clase... desde ayer cuando despertó con unas terribles náuseas. No tenía caso estar ahí se puso de pie corriendo como siempre lo hacía por el instituto hasta llegar a la entrada; le sorprendía como ya había varia gente ahì. Ella estaba a espaldas de la directora rodeando solo para estar a un lado - ¿Hay algo en lo que pueda ayudar? - preguntó no sin antes dar los buenos días al grupo.

Alan llegó tan rápido como pudo. Al entrar al recinto, vió a varios alumnos ya congregados. Tenía toda la disposición de ayudar . No entendía lo que estaba pasando pero tenía una corazonada de que algo terrible iba... No... Ya estaba sucediendo. 

Se acercó hacia donde estaba Rose. Era claro que Alan tenía una lucha interna por conservar su calma y compostura. - Les brindaré el apoyo que necesiten, solo háganmelo saber. -

Me habia quedado dormido a altas horas de la madrugada en la cafeteria del hospital, habia estado cuidando de Aris ya que habia sido duramente herido en clase de combate y a decir verdad yo no me quedaba atras en cuanto a heridas se referia pero gracias a mi raza no fue tan grave como en Aris.

Cuando retumbaron las paredes del edificio a causa de un rayo que cayo cerca me desperté sobresaltado "Aris!" inmediatamente pensé mientras me dirigia rapidamente hacia el cuarto donde se localizaba, cuando de pronto escuche la voz de la Subdirectora en mi mente y cambie mi direccion rumbo a donde se encontraba ella.

- En que puedo ayudar? - pregunte al llegar mientras observaba que ya habia gente reunida a los que salude con un movimiento de cabeza.

La Subdirectora ve que se han juntado suficientes muchacho, varios con alas lo cual era perfecto.
- Por favor formense - dice la subdirectora preocupandose un poco por lo que el Director le decía en su mente. - Siganme por favor.

* * * * * * * * * *
Luego de llegar hasta la oficina de Clementine todos rodean a Ryoji que esta sentado tras el escritorio de la Doctora. Lleno de libros y papeles...
- Aqui los tienes.. me voy, me necesitan en otros lados, por favor cuidense...

Ryo le asiente a la Subdirectora, agradeciéndole por su ayuda. -Por favor manténgase atenta a mi llamado, puede que necesite su ayuda una vez más.- le dice en voz baja antes de que la mujer salga de la oficina.

El demonio mira a todos con seriedad, pensando en los activos que tenía a su disposición para la misión que estaba ante ellos. Finalmente deja ir un suspiro y se sube al escritorio para que también los más pequeños pudieran verlo.

-Gracias por venir todos... Algunos me conocen, pero para los que no, mi nombre es Ryoji Nakama. Soy el asistente de la Doctora Phelettier, y...- el chico se soba la nuca, pensando en cómo dar las noticias. -Seré sincero, la situación está muy mal. La Doctora Phelettier está extremadamente grave. Ha sido envenenada con una substancia llamada Sangre de Fomori.- Hace una pausa, viendo a cada uno a los ojos, -Tengo razones para creer que quienes están atacando el Instituto en este momento son las mismas creaturas. Por alguna razón los Fomori quieren asesinar a la Doctora, y necesito de la ayuda de todos ustedes para salvarla.

El demonio levanta una mano y su tableta flota hasta ella, para luego proyectar la imagen en el aire usando mana azul. En la pantalla mágica, todos pueden ver un esquema a escala de globulos rojos rodeados de una especie de virus.

-La sangre de Fomori es un agente mágico que causa estragos en los humanos. Empieza a degenerar el organismo de una forma muy rápida, destruyendo los globulos rojos de su sangre hasta que el cuerpo no puede sostenerse más.- En la pantalla, se puede ver como el virus rodea al glóbulo y lo destruye por completo. -El proceso es demasiado rápido para regenerarlo con mana blanco, y hasta ahora lo único que he logrado es prolongar un poco más la vida de la Doctora. La única forma que encontré para poder salvarla es crear un agente que pueda deshebrar la sangre Fomori para luego transmutarla en sangre humana.- El demonio mira a Jules mientras dice esas palabras, pues sabía que el chico estaba familiarizado con el proceso. -Si logramos completar el agente es posible que salvemos a la doctora, pero la Sangre Fomori es muy fuerte. Necesitaremos varios ingredientes diferentes que necesito que traigan aquí, por lo que tendremos que formar varios grupos diferentes para hacerlo lo más rápido posible.

Ryo apaga la imagen mágica, y vuelve a mirar a todos los alumnos que estaban ahí, examinandolos y pensando quién sería mejor para cada misión.

-Uno de los ingredientes es una hierba llamada Hoja de Bloomingday. El único lugar donde podemos conseguir en este momento es en el Edificio de Ciencias. Ahí hay un cultivo en el invernadero, pero como no sirven las llaves mágicas, la única forma de llegar al Edificio de Ciencias es volando.- El demonio mira a los alumnos alados con seriedad, -ustedes cuatro irán ahí. Jules, tú conoces cómo se ve la Hoja. Guía a los demás para encontrarla y traigan lo más que puedan.

-Ahora,- Ryo voltea a ver a Alan y le sonríe, viendo que el chico estaba intentando ocultar su nerviosismo. -Alan, necesitamos tu velocidad también. El otro ingrediente es una Uña de Fomori. La Doctora estaba investigando una cuando cayó enferma, pero alcanzó a contarme de su ubicación. Necesito que tú y otro compañero corran hacia la casa de la Doctora en la zona Residencial y la busquen. Tengan,- Ryo saca unas llaves de su bolsillo, y después de separar una sola, le arroja el llavero al centauro, -estas son las llaves de la Doctora, y esta es una imagen de la Uña,- dice ahora arrojándole su propio celular, que tenía una foto del ingrediente en la pantalla.

-Por último necesitamos una poción muy fuerte llamada Elíxir de Reinas. Hay una en una vitrina del Edificio de Sortilegios. Pero el lugar acaba de derrumbarse sobre la Torre de Maestros. Quien vaya por el Elixir tendrá que ser alguien que pueda escalar o saltar muy bien, pues tendrán que abrirse paso entre las ruinas y los escombros,- dice mirando a Kaiser con una sonrisa, y luego arrojándole la llave que había separado. -La vitrina está cerrada, pero esa llave debe abrirla.

El chico vuelve a ponerse enteramente serio y suspira ligeramente. -Allá afuera es un campo de batalla, así que deben tener mucho cuidado y estar listos para el combate. Alan, Kaiser, no pueden ir solos, decidan quiénes los acompañara y vayan. En cuanto salgan del Hospital llamen a la Subdirectora Grant en sus mentes. Ella se encargará de conectarnos mentalmente, y si tienen algún problema háganoslo saber. Yo me quedaré junto a la Doctora para atenderla y reportarles de su condición. Recuerden que no podemos tardar mucho.

Ryo estaba a punto de bajarse del escritorio, pero antes de hacerlo, empieza a tener recuerdos de la guerra que había azotado al Instituto unos cuantos años antes, y de cómo la Doctora había logrado calmar a todos los estudiantes.

-Una cosa más,- dice levantando la cabeza, -recuerden que esto no es como la novatada. Estamos bajo un ataque de verdad, y la gente allá fuera son nuestros enemigos. Ellos no se detendrán ante nada para lastimarlos o matarlos. No. Duden. Tengan confianza en ustedes mismos y en sus compañeros, y tengan bien claro por qué estamos peleando. No sólo es por nuestras propias vidas, también es por el Instituto al que muchos llamamos nuestro hogar.

El demonio sonríe una vez más, con el rostro lleno de determinación, intentando inspirarles la misma confianza a los demás alumnos. Después de todo, de todos los presentes, sólo él y Rainier habían estado en un conflicto de esa magnitud.

-Ahora vayan! Y recuerden reportar su status con la Subdirectora. Vamos! La vida de la Doctora Phelettier depende de nosotros!!

Jules asiente una vez que ha escuchado la orden de Ryo. Recordaba perfectamente donde encontrar la hierba que le había mencionado. 

"Iremos lo mas rápido posible", dice dando la vuelta, esperando que los demás los siguieran. Una vez fuera de la habitación sale corriendo por los pasillos del hospital, en cuanto esta afuera y siente el aire del exterior abre sus alas y se eleva. 

Voltea hacia atrás para asegurarse de que los demás lo acompañan, solo bajando su velocidad ligeramente para que el demonio no los pierda y para emparejarse con los demás ángeles. Si algo tenían que platicar sobre la misión ahora era el momento, antes de llegar al Edificio de Ciencias.

Alan alzó las orejas prestando suma atención a Ryoji. 
Sintió un pequeño vacío en su pecho ante la situación. ¿ Así de peligroso era ? ¡Pero que pregunta tan tonta Alan! Por supuesto que si. Una profesora estaba al borde de la muerte y el instituto estaba bajo ataque. Nunca creyó que las cosas en este lugar fuesen a resultar en algo tan drástico. Pensó en su familia. Si algo salía mal... No. No podía predisponerse al fracaso. 

Cuando Ryoji le dió indicaciones, Alan aceleró de 0 a todo hacia la puerta, con el suelo retumbando gracias a los golpes de sus pesadas patas. Pero se detuvo en seco, volteando hacia atrás. - Un compañero. Rápido! .-

Se mantuvo callado durante toda la explicación, asintiendo de vez en vez a algunas cosas que el demonio decía, cuando este les mencionó lo de volar para ir por la hierba el ángel volteó a ver rápidamente a sus compañeros que podrían ir juntos a conseguirla, para luego regresar su mirada al demonio nuevamente, asintiendo una última vez, su mirada demostrando determinación, estaba dispuesto a dar el 110% para salvar a la profesora y de ser posible ir a ayudar a quien lo necesitara.

Escuchó al otro ángel y de inmediato se giró para salir detrás de él, casi corriendo a su lado, solo iba detrás por un par de pasos y el ángel emprendió el vuelo justo después de el contrario; no iban en una formación de vuelo sin embargo servía, Zadquiel no se quería quedar con dudas así que voló hasta quedar justo al lado de Jules.


-Hablando sobre la hierba, ¿solo hay una planta o podemos conseguir más? Quiero decir, tenemos que prevenir en caso de que haya heridos o más ataques del mismo tipo.- No le gustaba sonar negativo, pero, tenía que pensar en todas las posibilidades y de esa forma prevenir cualquier incidente.

Rose estaba detrás de todos, escuchando las palabras de su amigo mientras el resto acataba ordenes, no sabía como sentirse sabía que la Doctora estaba grave pero no a tales magnitudes. Mientras el resto estaba listo para partir pensó a quién podría ayudarles, ciertamente no podía volar o escalar no es que dudara de sus aptitudes físicas era sólo que lo menos que necesitaban era un retraso.

Pero su cabeza seguía con las palabras de Ryo, termino por acercarse a él al final de su discurso y que el lugar se encontraba despejado. Manteniendo de todos modos un tono bajo pero algo molesto- ¿Por qué no me lo dijiste? Que estaba tan mal... esta bien que yo no puedo ver todo lo que tu pero al menos podía ayudarte a pensar en algo... - hizo una pausa no le gustaba que todo lo llevara el solo, vió hacia la puerta escuchando al grupo que hacía eco en los pasillos, algunos diciendo con quienes irían.

-Necesitaras ayuda- recogiendo su cabello en una coleta, quitándose el saco y doblando las mangas de su camisa, no importaba mucho el uniforme en estos momentos; notó como se quedaba en silencio - no me mires así, si lo que dices es verdad... y los Fomori quieren - respira profundo - asesinar a Clementine... ¿no crees que intenten...? - ve a la ventana en la oficina, las nubes negras y los estruendos que aun continuaban - Me quedaré contigo...

La reacción fué inmediata. Cuando Valtyra, una chica alada que ya habia visto anteriormente en una clase de combate, se ofreció a ir, Alan asintió y de inmediato volvió a arrancar, esta vez, saliendo del cuarto.

Siempre había ganado todas las carreras en su rancho, tenía el récord de ser uno de los Oakley si no bien más veloces, el que mas duración tenía a la hora de conservar un kilometraje constante. En pocas palabras su stamina y condición eran óptimos. Pero en una carrera contra el tiempo y galopando sobre un hilo en el que cualquier error podría ser garrafal, la presión amenazaba con hacer de las suyas y el miedo de cometer un error estaba a flor de piel. Sin embargo, su expresión determinada y sus ojos puestos al frente ya decían mucho. Alan estaba dispuesto a hacer todo lo posible por ayudar, a cualquier costo. 

Volteó hacia Valtyra, esperando que no se hubiese adelantado mucho y que estuviese cerca.

La noticia de la condicion de la Dra me habia aturdido y escuchar sobre globulos blancos y rojos me mareo... pero lo que me trajo de vuelta es saber, aunque sea, el nombre de lo que nos ataca, lo demas ya lo iremos averiguando.

Apenas estaba sopesando las opciones en las que podria ser de mayor ayuda cuando de pronto escuche mi nombre mientras me jalaban del brazo.

- Pff! correr es de lentos... - digo con una sonrisa mientras sigo corriendo para salir del edificio y luego agregar - te agradaria volar? - le digo sin esperar respuesta con una sonrisa divertida mientras lo tomo desde atras por el torax y extiendo mis grandes alas para emprender el vuelo en direccion al edificio de sortilegios... - espero que no te resulte tan incomodo ... y si es asi ... sobrellevalo un poco, no tardaremos mucho en llegar....

- En cuanto a la magia... - le digo retomando el tema - no te preocupes por mi, solo preocupate en conseguir lo que necesitamos, yo te cubrire la espalda - le digo con mucha seguridad, la situacion necesita que él se enfoque en encontrar ese objeto sin pensar en otra cosa, para lo demas estoy yo... -

El demonio se había quedado inmóvil mientras escuchaba la explicación, sin embargo al escuchar tanto a Jules como a Zadquiel irse a la zona alta no dudó dos veces en seguirlos, iba corriendo detrás de ellos mientras la imagen de las varias muertes que había causado o presenciado, así como la que recién había soñado lo perseguían, agitó la cabeza para borrar esas cosas sin sentido de su mente y al salir del edificio cambió de forma, de esta forma no atrasaría a nadie y sería de más ayuda en caso de que una pelea se postrara frente a ellos.

- POR LO QUE DIJO EL DEMONIO DE SEXTO HAY MÁS DE UNA ZAD!! - dijo esto al ponerse a la par con ellos y escuchar la pregunta del ángel con las alas más grandes, pensaba que Val los seguiría también, pero rapidamente se dió cuenta que no era así, bueno, eso no era importante ahora - SUBE LA VELOCIDAD JULES!!

"Claro que hay mas de una. Hay varias especies en el edificio de ciencias. Solo tomaremos la hoja de Bloomingday y aquellas con usos medicinales." Dice mientras voltea a ver a Zadquiel y a Ruby "Recuerden que hay que llegar, tomar lo que necesitamos y regresar, no podemos distraernos con nada, así que no pierdan tiempo. Todas las plantas están etiquetadas con su nombre, revisen bien cuales toman, algunas pueden ser peligrosas. Las medicinales son las que tienen un punto azul al lado de su nombre. Las que no deben tomar tienen un punto rojo o morado" les menciona recordando que la primera ves que asistió no sabia esa información, una de de las plantas soltaba una sabia que se sentía como si alguien hubiera vertido acido en su mano. Sacudió sus alas a pleno vuelo para olvidar la sensación, bajando no mas de un metro y regresando rápidamente a la altura de ellos. 

Después de escuchar a Ruby hablar le responde "Bien, no te quedes atrás". Aun le molestaba que el le diera ordenes, pero en un caso como este era mejor no discutir. Sube la velocidad y voltea a ver al otro ángel que lo acompañaba, ahora seguro de que era el ángel de la fotografía de aquella vez. 


"Soy Jules" le dice sonriendo hacia el. "Creo que no te había visto antes", menciona, tratando de conservar la calma en un momento de estrés. Adelante de ellos ya se podía ver claramente el edificio, en unos minutos mas, llegarían.

El esqueleto se queda en silencio escuchando las palabras de Ryoji Nakama mientras que todos comienzan a movilizarse. Observa a sus compañeros y sale corriendo.
- Cgueo que moi debería ij con.. - dice viendo a Jules, Ruby y Zadquiel volando a lo lejos - Eh... bueo yo igue con! - agrega viendo a Rainier y Kaiser saliendo de la oficina. - MON DIEU! BUENO TAL VEZ PUEDA AYU- dice al momento de ver a uno de los voladores acompañando al centauro - SACRE BLEU! QUE NADIE PUEDE ESPEGAJJ AL POBGUE LOGUENZO!! NON NON NON!!!  Bueno tal vez pueda quedajjme con AH NO PUEDE SEJJ CIEJTO - dice al ver a Rose hablando con Ryoji - Que puede hacejj una pegsona como moi en una situación como esta. Loguenzo solo estojjba!!

El enorme esqueleto se encorva y comienza a llorar chorros enormes de lagrimas. Pero luego recuerda que no tiene glandulas y se le pasa.
- NON NON NON , ESTE NO ES MOMENTO DE LLOGAJJ!! - dice el esqueleto enderezandose - TENGO QUE AYUDAJJ AUNQUE NADIE QUIEGA A LOGUENZO!!

Sin decir mas, el esqueleto saca su violin rosa con puntitos verdes fosforescentes y comienza a tocar. Un enorme halo de viento comienza a girar en sus pies levantando hojas hechas de mana.

Mana Blanco:
"Pieds légers pour un mort"


Sin decir más, el esqueleto comienza a correr como si hubiera oferta en crema para pies de la marca más famosa. Iba tan rapido que solo podía verse igual que un trapeador corriendo a gran velocidad en dirección hacia donde Val y Alan se habían ido.
- Attendez-moi!!! ~ ♪ - dice Lorenzo alcanzando a Alan y corriendo a la par - Uf uf Señoj centaure me pejjmite cabalgajj con usted! Pgometo que no peso mucho!!

El anima sentía como su hechizo comenzaba a desvanecerse....

El esqueleto que le llegó por un lado lo tomó por sorpresa. De hecho, cuando había entrado al cuarto en donde estaba Ryoji, ni siquiera lo había notado por la conmoción. Pero ahora que lo veía tan de cerca, le sacó un susto increíble. Se tambaleó un poco pero luego retomó el ritmo de su galope, evitando caer de lleno al piso. Se llevó una mano al pecho para calmarse  y agitó la cabeza. 

- Q.. Que?! - El esqueleto le pedía imperativamente que lo dejase montarse sobre el?! Alan hizo un gesto de molestia combinada con preocupación. No dejaba a cualquiera subirse... Menos a un hombre, MENOS a un esqueleto parlante. Pero la situación era extrema y necesitaría toda la ayuda posible. Antes de que el hechizo del esqueleto se desvaneciera, Alan alcanzó a tomarlo de su huesuda mano, haciéndole sentir un escalofrío recorrer su espalda y lo jaló hacia su lomo para sentarlo. - Primera y última, jinete. - Le dijo con una seriedad que podía cortar rocas como mantequilla.