The Truth Beneath the Rose (Priv Ryoji - Rose - Aris)

El mana blanco brillaba fuertemente, sin embargo, en vez de curarlos esta comienza a mostrar en la piel de Rose y Aris varias marcas extrañas que reaccionaban ante la curación causandoles mucho dolor y abriendo aun mas las heridas, en especial en Aris que comienza a gritar al experimentar tanto sufrimiento.

La persona de gabardina estaba comenzando a perder sangre por el daño de las explosiones, para él, Rose no era un enemigo pequeño pero sabía su valor al mismo tiempo. Sus movimientos, aun cuando mas lentos, eran más rápidos que el de los estudiantes que sentían su energia alejarse por culpa del mana blanco por que Aris recibe el sablazo directo haciendo que un chorro de sangre brote manchando a Rose, seguido de un dolor punzante al sentir la guadaña atravezar su piel haciendo que gran cantidad de sangre brote manchando la pared...

Rose y Aris sienten como sus energias se acababan, su visión se pone nebulosa y poco a poco, aunado al brillo de la granada comienzan a desvanecerse...Justo cuando parecía hacer el último movimiento, la guadaña estalla mandando los cuerpos volando por el pasillo.. dejandolos inconsciente.

Notas del GM: escribió:
- Rose y Aris pueden poner su post antes de desmayarse.
- Someone estas herido, ten cuidado
- Ryoji tu mana y debe de estar alrededor de 40% sin embargo con el spell que haras cargando perderas como 20% de tranzaso....
- 9 gmposts para que muera Clementine.

El grito hizo flaquear sus piernas por el efecto que ella mismo había causado apretando los dientes mientras trataba de ver si había logrado algo con sus últimos tiros, notando como el hombre de gabardina volvía a atacar esquivó el primer ataque, aquel que era una distracción solo para ver a su amigo  -¡Aris!

Sintiendo la sangre sobre ella sus ojos se agrandan al escuchar la voz por su espalda, no iba a permitirlo, no dejaría a ese sujeto lastimar a la doctora. Sin embargo aquellas heridas le causaban demasiado dolor para reaccionar, quizo empuñar su arco lanzar una flecha más, soltándolo al sentir como el arma atravesaba su cuerpo.

Esta vez no pudo soportarlo lanzando un grito que le desgarró la garganta, seguido de la explosión como quemaba su piel mientras la lanzaba por el lugar, temblando en el piso mientras sus manos trataban a un de ponerla de pie, no podía dejarlo solo... sus ojos se llenaron de lagrimas mientras se nublaba su vista hacia el domo... -lo...siento....Ry... - pensó antes de desmayarse

Una vez que hubo cargado suficiente mana, Ryoji por fin abre los ojos, a punto de llevar a cabo el plan que había preparado. Contendría al hombre enmascarado y entonces...

Sus ojos se abren más grandes al ver el mana del enemigo atacar a Aris y Rose. Al ver a ambos salir volando en direcciones opuestas, sus manas apagándose de golpe para quedar en un débil aliento.

Su corazón late sonoramente, acelerándose mientras sentía su propio pulso hacer retumbar cada esquina de su cuerpo. Sus manos empiezan a temblar, y sus dientes a apretarse mientras de golpe se hacían más y más afilados.

-No... no...

Una nube de mana azul es lo último que queda dentro del domo. Al instante, el joven demonio aparece exactamente frente a la figura enmascarada, sus colmillos apretándose fuerte al mismo tiempo que una enorme garra negra llena de espinas toma el cuello del hombre con fuerza, empezando a asfixiarlo.

Intentó articular palabra, pero sólo un gruñido salió de su garganta antes de que ambos desaparecieran del pasillo en una nube de mana azul, dejando ambos cuerpos tirados en el silencio del Hospital mientras las runas de curación los mantenían en el limbo entre la vida y la muerte.

Un trueno ruge en el cielo del Instituto, la luna falsa brillando en lo alto de los cielos del demiplano.

Una chispa azul brilla entre las nubes, apareciendo inmediatamente después la figura del demonio, con dos alas enormes llenas de picos y púas sosteniendolos a ambos en el aire.

-Dame...- dice el demonio intentando contener su ira y su forma demoniaca, -una razón...- Su rostro y su torso aún tenían sus características humanas, pero sus brazos y su espalda estaban cubiertos de acorazada piel negra cubierta de escamas que parecían ser pequeños cuchillos que refulgían al tocarlas la luz. -...para no matarte aquí mismo...

El hombre no tuvo tiempo de reaccionar, lo observó detrás de la máscara y permaneció en silencio. Tosió, su garganta se cerraba por la presión en su cuello pero usaba sus manos para acomodar el cuerpo.

-Ryo…- Murmuró el demonio. –Aris y Rose están muriendo…- Contestó con palabras ahogadas pero a pesar de todo, se mantenía tranquilo. –Van a morir, sus heridas tienen una maldición…- Aseguró el hombre de la gabardina quien no parecía tener ni la más mínima intención de lastimarlo.

- No les queda mucho tiempo…- Contestó y en ese momento retiró su máscara y la tiró al vacío pero el hombre que estaba detrás tenía el cabello blanco y varias cicatrices en el rostro se trataba de alguien que Ryoji conocía, Naingrim la posesión de Seiji.–Déjame matar a la doctora y sálvalos a ellos. Sus heridas reaccionaran al mana blanco y empeora su condición pero tú puedes hacerlo…- Ahí intervino Naingrim.

-Hazlo niño, es por tu bien…-

Al escuchar su nombre, los ojos de Ryoji se abrieron grandes, y conforme la voz del chico iba entrando a sus oídos, poco a poco su corazón se iba quebrando, pieza tras pieza, hasta que la máscara cayó al abismo.

Al momento de ver Naingrim, el demonio pudo sentir como algo dentro de él se rompió de una forma violenta y desgarradora. Sus ojos se llenaron de lágrimas y su rostro sólo reflejaba confusión y tristeza. La mano que sostenía a su hermano por el cuello flaqueó por un segundo mientras hacía un esfuerzo sobrehumano para controlar sus emociones y no perder la cordura en ese mismo momento.

No, no cuando Rose, Aris y Clementine estaban al borde de la muerte. Ya su lealtad hacia Seiji lo había salvado de tocar el fondo del abismo una vez, y ahora su lealtad por ellos lo salvaría de nuevo.

El apretón alrededor del cuello del demonio más joven se volvió firme de nuevo, aunque ahora la mano ya no era demoniaca, sino simplemente humana, y alrededor de ambos empezó a formarse una barrera plateada, que poco a poco empezó a tornarse de color índigo*.

- Por qué?- murmura el mayor, su voz a punto de quebrarse. -Por qué me haces elegir de nuevo?- Alzó la mirada, sus ojos clavándose en los de Seiji, quien poco a poco empezaba a perder la posesión gracias al efecto de la barrera, que se hacía más fuerte al absorber el mana que había traído a Naingrim al mundo de los vivos.

-Yo te salvé...- le dice a su hermano al mismo tiempo que una lágrima corre por su mejilla, -la maté. La maté por ti.- Su voz no aguantó más, y se quebró con esas últimas palabras mientras los recuerdos de los últimos momentos de su propia madre volvían para abrumarlo. La barrera empezó a descender con ambos dentro de ella, traspasando las nubes negras que cubrían el campus y bajando en dirección al hospital.

Un aura de mana amarillo rodea la mano de Ryo que rodeaba el cuello de su hermano, y poco a poco el aire que entraba a los pulmones de Seiji dejó de serlo. Lentamente el más chico va perdiendo la consciencia hasta desmayarse, y en ese momento su hermano lo carga entre sus brazos mientras ambos descendían a la tierra una vez más.

La barrera se disipó, y antes de volver a su forma humana, Ryo usó lo último de su fuerza demoniaca para teletransportarlos a ambos dentro del hospital.




-Subdirectora Granth...- dice Ryoji en el enlace mental, su voz sonando muerta, sin ninguna chispa de voluntad detrás de ella mientras el cuerpo inconsciente de Seiji yacía en una camilla, dentro de una cúpula hecha con una runa de mana gris que había sacado de la oficina de Clementine.

-Capturé a uno de los atacantes... necesito apoyo para atender a los heridos en el hospital. Rápido... por favor...- dice al ponerse de rodillas y cargar el cuerpo moribundo de Rose, mirando la cara inconsciente de su amiga y sintiendo como sus manos se empapaban de sangre al abrazarla.

Fue en ese momento que no pudo más. Toda su voluntad se quebró, y el demonio rompió en llanto, abrazando a Rose y apretándola fuerte contra sí mismo, usando la última gota de su mana para detener el paso del tiempo a su alrededor y darle minutos, tal vez segundos más de vida. El tiempo extendido salvaría a Rose y a Aris, pero para el demonio sólo prolongó la agonía que inundaba su corazón.

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*Mana Gris+Amarillo: Manaccumen - crea una barrera que sella un tipo de mana de la elección de Ryoji.