Mermelada de Moras (Priv.)

Habían pasado solo un par de días desde el acontecimiento en la OMST, muchos de los niños todavía estaban algo confundidos y asustados. Spike no era la excepción, a pesar de que estaba cerca de su hermana y sus amigos, la sensación de estar bajo un techo desconocido le incomodaban, se le había dificultado conciliar el sueño y cuando por fin lo lograba, tenía pesadillas recurrentes donde era otra persona.

No todo era tan malo para el pequeño elfo, se había levantado temprano esa mañana preparándose para la sesión de terapia psicológica que tendría horas más tarde con el profesor Pad.

Había preparado el desayuno para él y su hermana, le gustaba cocinar, para Spike era más divertido preparar una buena comida que salir al bosque a cazar.

-Ithu! El desayuno está listo!- Dijo el chico, caminando hacia las escaleras y llamando a su hermana. –Baja ahora! Se va enfriar!- Añadió, sin darse cuenta había sonando como su propia madre, regresó de nuevo al comedor.

Dejó un plato para cada uno con y una jarra de jugo de naranja, no era nada tan elegante, huevos fritos con una ensalada de frutas y 2 rebanadas de pan tostado. Tal vez lo único llamativo, es que se había tomado la molestia de preparar una mermelada casera con moras y arándanos… esperaba que le gustara a su hermana.

Estaba terminando de trenzarme el pelo cuando escucho a Spike llamarme escaleras abajo  -Voooy!- le respondí, riendo por el parecido entre mi hermano y mi madre, estaba claro a quien había salido cada uno. Estiré mi cama, tome mi bolso y echándome un poco de perfume como usualmente hacia, salí de mi cuarto cerrando tras de mi la puerta.

Baje bastante rápido las escaleras pero intentando no hacer demasiado ruido, aunque todos en la mansión fuéramos a clases, no quería molestar a nadie a esa hora. 

Prácticamente fui guiada a la cocina por el olor. Si había algo que se le daba bien a Spike era la cocina -Que huele tan bieeen?- dije colgando mi bolso del respaldo y acercándome a abrazarlo -Si te había dicho que eres el mejor hermano verdad?- le dije sonriendo mientras pinchaba algunas frutas de la ensalada y me sentaba palmeando la silla a mi lado para que se sentara. 


-Que es eso o:?- pregunté señalando el frasco color morado y dándole un sorbo al jugo. Había llamado mi atención desde que me había sentado en la mesa.