(GMPOST) Abriendo la Boveda (Grupo B-2)

De pronto cuando Karol intenta reincorporarse, las paredes comienzan a cerrarse a una velocidad increible. No era siquiera para darles oportunidad de huir, sino que las paredes estaban a punto de aplastarlos como tomates sin piedad.

Justo a pocos centimetros de cerrarse estas se detienen al momento que Karol levanta la llave que brilla para demostrar que son aptos para estar ahi.

Las puertas comienzan a abrirse mientras que en la pared de enfrente aparece una enorme puerta roja con el simbolo de Furukawa.

Notas del GM: escribió:
Turnos:
- Liam
- Karol

Atascó la mandíbula en un quejido. Maldita sea. Se agachó para levantarla con toda la fuerza y rapidez que pudo para abrazarla y empujarla a seguir corriendo….Sin embargo, ella reaccionó primero. Él, aterrorizado, no pudo moverse. Pensó, en sus últimos momentos que su muerte al menos sería rápida (y, esperaba que también indolora) tampoco alcanzó a cerrar los ojos. Hasta que el brillo de la llave de Karol evitó que terminaran aplastados.

Suspiró y terminó sonriendo. Le puso la mano en el hombro.—Maldita sea, te debo una bebida.— Se quedó a su lado, mirando alrededor, con miedo de que todavía hubiera algo cerca que les hiciera daño. —...Supongo que tendremos que pasar por ahí.— Soltó una risa nerviosa. Si lo que estaba del otro lado iba a ser igual de cardiaco, tuvo miedo de que no tuviera la fortaleza para aguantarlo.

- Bue

no, me parece bien - dice mientras camina contoneandose y dirigiendose hasta la puerta. La verdad no es que no tuviera miedo, pero le molestaba pensar que hubiera mas de un cuarto de trampas que no lo dejara mover. Los mecanismos eran de Isaac Fournier como podía ver, no era un hombre que fuera de hacer muchaas cosas. Sus mecanismos eran mas concizos que variados. Si algo funcionaba una vez funcionaría siempre.

Siguió caminando mientras observaba a todos lados, esperaba que encontraran rápido lo que Furukawa les estaba pidiendo. Al cruzar el pasillo se encontraron con una enorme boveda llena de artefactos, armas y simbolos extraños. El cuarto era casi del tamaño de un estadio, al menos, era como un cuarto del tamaño de la luna falsa.
- Oh vaya, con esto alcanzas a pagar una salida con Beyonce... - dice el elemental silbando mientras comienza a ver los artefactos pero sin tocarlos. Observó tranquilamente mientras ve espadas, ruecas, campanas y....

- Oh por Carolina Herrera! Ahi esta! - dice señalando sobre un enorme altar cubierto con varias runas y dentro de ellas una caja roja flotando en el centro. Su brillo era intenso...

- Osea asi o mas escondida la caja. BRILLANDO y no la veia...

Liam rió ante la simpatía de la chica y se quedó a su lado. Si las cosas salían suficientemente bien, la sacaría a una cita, como dijo ella, no sonaba nada mal. Al entrar, se dio cuenta de que las cosas en el cuarto estaban bastante curiosas...parecía alguna tienda de antigüedades de alguna calle perdida de Las Vegas. No se separó de Karol hasta que vio la caja y alzó los hombros.—Bueno...eso estuvo más fácil de lo que pensé.— Le sonrió a Karol y comenzó a caminar hasta el altar. Era cosa de ir de una vez para acabar con eso lo más pronto posible.—Anda, tomémosla de una vez.—

- Ehh... no - dice tomando uno de sus cabellos y lanzandolo a la boveda, viendo como se desvanece al momento que toca las runas - Hmm... veamos... ayudame por favor a buscar SIN TOCAR algun agujero para meterla... - dice quedandose calada un momento - LA LLAVE LA LLAVE!! - agregó intentando evitar un leve sonrojo. Ciertamente Liam no era nada feo pero estas haciendo innuendos no era tema para mujeres como ella.

Mientras mandaba a Liam a agacharse y así, él intenta darse un lujo viendo el producto que tenia de rodillas...

—Bien, bien...— Comenzó a caminar alrededor del lugar y de pronto, con el silencio que se guardó Karol en medio de su oración, rió.—Vamos, vamos….guárdate esos comentarios para después de nuestra salida.— Se quedó sonriendo y analizó el resto del cuarto agachándose por todos los lugares que Karol le señalaba. Por un momento después de hacer tanto esos ademanes se dio un momento para estirarse. Había demasiadas cosas en ese cuarto, pero sus ojos cayeron justo en un espacio que no había visto. Sonrió—Encontré el agujero, Karol.—Se cruzó de brazos.—Estaba más escondido de lo que pensé.—

- En donde? Perdon? - dice intentando dejar de ver la calidad del sirloin frente a ella. Tragó saliva -si tuviera- y lo miró con un leve brillo en sus mejillas - Ah! Ya! Excelente, eres rapido encontrandolos, se nota que tienes experiencia...-
le murmura al oido mientras se agacha en cuclillas a su lado, su cabello de colores bañando el obscuro cabello del semidemonio. Karol le sonrie y le entrega la llave para que le haga el honor de introducirla.

- Se suave... no sabemos si habrá mas trampas.. ok?

Sin decir nada el elemental se levanta y observa la caja... intentando ser precavida..

Asintió, dejándole un espacio para que Karol se pusiera a su lado. La situación, aunque no lo pareciera, lo tenía muy tenso. Después de haberse quitado el cabello de Karol de encima de él para ver con más claridad, tomó la llave entre sus manos con un poco de incredulidad. Pasó saliva. Definitivamente no tenía idea de porqué le estaba pasando esto a él, era ridículo. —Vamos...— Metió la llave y esperó.

Cuando la llave entra, las runas se apagan dejando caer la caja de golpe. Karol inconscientemente hace pose de karateka barato y al ver que solo era el estruendo de la caja, solo tose y se acomoda el cabello.

Toma la caja y observa a Liam mientras se reincorpora. Era algo pesado pero no tanto.. era más como una especie de bola de boliche dentro de una caja de piedra. Se la extendió a Liam porque obvio, ÉL era el hombre.
- Gracias mi rey - le dice entregandole la caja y sonriendo mientras sigue buscando. Era como si no hubiera terminado de encontrar lo que le pidieron...

Se hizo atrás de la misma manera y volteó a verla. Qué graciosa, seguro se había asustado. Luego de incorporarse, Karol le ofreció la caja y él aceptó cargarla...sin embargo, algo de confusión comenzó a llenar su cabeza. Esto era todo...¿o no? Se acomodó la caja otra vez entre los brazos y se acercó a Karol para tomarla del hombro.—Anda, no creo que haya otra cosa en este lugar...— Le sonrió, pero fue bastante insistente. Karol tenía la mirada perdida, enfocada en algún otro punto del cuarto. Divagaba. Quizás sentía curiosidad.—Vamos, necesitamos volver.—  

Karol se queda en silencio, con una sonrisa mientras lo mira directo a los ojos. Un movimiento hace que una pared de diamante se haga frente a la puerta.
- Mi Rey, no queria llegar a esto pero... necesito encontrar otro artefacto que estoy buscando. Te molesta si nos quedamos un poco mas?? Prometo no tardarme. Digamos que evitarias algunas... casualidades. Como ves? -

Dicho esto la chica aprieta la mejilla del semidemonio y comienza a buscar.
- Por desgracia no se si las chicas sobrevivan a las trampas... espero que si, Fae Nym me cae muy bien...

Sintió unos escalofríos corriendo por su espalda, mirando la pared de diamante que se materializó frente a la puerta ¿Qué significaba eso? Pasó saliva para voltear a verla, confundido.—...No es momento de bromas.— Entonces, después de que ella le apretara las mejillas, se quedó con una sensación extraña, como invasiva. Se quedó mirándola hasta que hizo el segundo comentario, frunció el ceño.—¿Qué quieres decir con eso?— Agravó un par de tonos su voz, había comenzado a tensarse.

- Veras corazon... - dice sin darle mucha importancia al semidemonio y buscando donde ve algunos instrumentos musicales probablemente magicos - Estoy buscando un instrumento musical magico llamado el Harpa de Dagda... sabes algo de mitologia celta?? - agrega aventando una guitarra por ahi mientras hace un escalofrio - Bueno, supongo que no, esta harpa es muy importante para mi jefe y me dijo que aprovechara este viaje a la boveda de Keitaro Furukawa para encontrarla. Espero no te moleste, puede parecer un poco.. ILEGAL pero... recuerdas que dije que no le regalaba mi tiempo a nadie? Bueno, lo considero una remuneracion....

No pudo moverse. Lo que Karol decía, hacía todo infinitamente más peligroso. Las niñas… él había pesado en que podrían volver para ayudarlas y ella todo el tiempo había estado pensando en una misión ajena. Ya no podía confiar en ella. Lentamente dejó la caja en el suelo para acercarse a ella. Hizo a un lado el resto de los artilugios que estaban alrededor de él para hacerse paso a donde estaba y tomarla del hombro otra vez.—Entonces búscalo por tu cuenta. Déjame ir con el resto de las niñas.—  

Karol sonrie traviesamente ante los movimientos de Liam intentando mantener su mirada directa a sus ojos. Esperaba que un hechizo naranja le fuera afectar? Una enorme navaja de diamante crece acariciando un costado de su mandiula y pasando por su oido y cabello. Un hilillo de sangre comienza a correr por la hoja.
- Y si no quiero?- le murmura al momento que frente a su rostro se hace una mascara con patrones de flores y sus ojos se encienden con dos flamas color blanco y su cuerpo se envuelve en una gabardina negra. Comenzaba a despedir una extraña neblina de todo su ser.

- Liam, la cosa es así­.. te voy a dar dos opciones. Te vas a quedar conmigo y me vas a ayudar a robarme el Harpa de Dagda... obviamente si nos atrapan tu te echarás la culpa y si haces las cosas como se me antoja dejaré que tu y las niñas salgan con vida y no se vuelvan cadaveres en esta luna falsa... ¿Cómo ves? ♥

Sus pies no pudieron moverse, tampoco sus manos. Karol hizo contacto visual con él y ni sintió cuando la hoja le había cortado la piel. Lo había dejado bastante claro: no iba a dejarlo ir. Y así como así, se decoró con un atuendo verdaderamente intimidante. Maldita sea, su mala suerte de verdad estaba haciendo de las suyas. La voz de Karol se transmutó, mandándole un escalofrío terrible por la espalda, hasta la cabeza. ¿Qué debía de hacer? Evidentemente, la mejor opción era hacerle caso. No podía, bajo ningún motivo, dejar que las niñas se toparan con ella. Aunque él tuviera menos posibilidades de vivir su peleaba con ella, al menos las niñas tenían muchos años por delante. Asintió lentamente.—Supongo que esto ya ha cancelado nuestra cita.— Pasó saliva, y se agachó para volver a tomar la caja roja con mucha lentitud. Debía de pensar una forma de atacarla.

Karol se le queda viendo mientras remueve su espada del demonio y extiende la mano que estaba envuelta en mana indigo. La mitad de su mascara se mueve como si fuera una especie de dispositivo y sonrie.
- Hagamos un pacto.. te parece? - le dice aun con la voz distorsionada - Yo pacto el que lograremos salvar a todos los que estan abajo cumpliendo nuestra mision entregandole este artefacto al director y tu me ayudarás a mantener esto en secreto... convirtiendote en mi aliado hasta que acabe mi misión. Te parece??

La mano ondeaba mana indigo, listo para formar un pacto mágico. Solo necesitaba aceptar estrechando su mano.

A Liam le costó entenderlo, pero eventuamente se dio cuenta de que era la mejor opción. No podía negarse. No si quería mantener a todos lo que estaban del otro lado con vida. Asintió y con lentitud, alzó su mano para tomar la de Karol. Le dio la impresión de que estaba metiéndose en un gran lío, pero si eso significaba que iba a poder hacer una diferencia, lo haría. Suspiró con el alma agitada y la caja roja bien puesta debajo del brazo.—Más te vale que cumplas con tu parte del trato. Si a alguna de esas niñas les pasa algo...— Dejó de hablar y apartó la mirada caminando hacia adelante.—Hagamos tu tonta misión antes de que cambie de parecer.—

Karol sonrió ante las palabras y la mirada tan molesta de Liam, de hecho, soltó una risilla traviesa.
- Tan lindo que te ves asi de serio, no sabía que alguien con tu reputación fuera tan leal y bonachón. Me gusta ♥

Al envolverse ambas manos se formó una cadena de mana que rodeo ambas palmas en un fuerte saludo formando el pacto. Dicho eso Karol comenzó a buscar con mas confianza entre las cosas solo para darse cuenta que nunca iba a terminar así. No es que quisiera que las niñas se murieran, pero su cabeza estaba de por medio. Se entretuvo buscando hasta encontrar una terminal.
- Uy ♥ tal vez con esto podamos encontrarla mas rapido - dice acercandose e imprimiendo una lista de todas las "Harpas" y "Dagda" que había. Ninguna de las harpas parecía tener el nombre ni la descripción que le dieron - mierda... no esta aqui.. pero ni modo. Creo que ya podemos regresar...

Al ir caminando su mascara fue moviendose de su rostro y desapareciendo al igual que su atuendo. Lo observa guiñandole el ojo mientras usa mana blanco para curar su mejilla y sonreirle.
- Nos vamos?

La risa de Karol resonó en su cabeza. Nunca pensó que las cosas iban a terminar así, mucho menos con ella. Ahora que había eso ese pacto, no había forma de retractarse. ¡Cómo deseaba partirle la cara! ¿Cómo se atrevía a siquiera pensar en lastimar a esas pobres niñas? ¿Acaso no tenía honor? Suspiró.—Como sea.— Se quedó a un lado de Karol, esperando que terminara pronto. En ningún momento soltó la caja, mucho menos cuando encontraron la terminal. Sólo quería que esa pesadilla acabara pronto por lo que esperó pacientemente a que aquel artefacto estuviera en el lugar, solo para hallarse con la terrible noticia de que su mala suerte todavía podía ponerse peor.

—...¿Q-Qué?— ¿No estaba? … Entonces...Pasó saliva y miró hacia abajo para reflexionar en sus nuevas opciones, pero el tacto de Karol lo hizo reaccionar. El ardor de su herida desapareció con la yema de esos dedos...Cuando levantó la mirada para hallarse la de ella, se quedó con el ceño fruncido: No creía en esa sonrisa. No creía en absolutamente nada de lo que dijo o hizo.—Vámonos—Apartó la mano de Karol de su mejilla en un ademán violento. Caminó hacia el otro lado en donde estaba la puerta. Su ser estaba sumamente agitado, estaba siendo un cobarde. Una persona como él, que tantas veces quiso morir, no quiso aceptar su destino de acabarse ahí a manos de un extraño. Era patético.