How we became fire... [Abierto][+18]

Con pasos lentos y tranquilos, Alen se pasea por el jardín de la mansión, usando su vasta memoria fotográfica para ubicar todas las plantas que se aparecen frente a sus ojos: por aquí, unos bulbos de iris; por allá, unos lirios y un manzano apenas abriendo sus toscas pero hermosas flores; más hacia allá, un ciprés.

Un ciprés... Había cipreses en la ría detrás de su casa.

De pronto, todo el mundo de Alen se cierra mientras su respiración se detiene por un instante. Recuerda entonces, como lo hace de cuando en cuando, el día que supo que sería un demonio de lujuria.

Era un día más bien soleado, con pocas nubes. Alen, que era apenas una flama azulada que se había logrado escabullir de su casa, observaba con atención una escena francamente inquietante: desde detrás de un arbusto, un muchacho rubio miraba nervioso para todos lados mientras gemía, y su mano hacía un movimiento que iba y venía... y entonces, una muchacha de largo cabello negro salió de debajo.

Los jóvenes se comían a besos, no de una manera amorosa, si no carnal; ella se montó sobre él, con los pequeños senos apenas sobresaliendo de la espesa melena negra, y copularon rápida e intensamente. Cada empujón hacía que la temperatura de Alen se incrementara por dentro y por fuera, encendiendo sus mejillas y derritiendo su entrepierna, lentamente tornando su fuego en blanco y cegador...

Y cuando los gemidos de ella delataron su clímax, Alen reventó.

Hizo un estruendo que reventó las ventanas e hizo arder los pastizales cercanos; los jóvenes se detuvieron y salieron corriendo. Ella, renaciendo de entre el fuego como un fénix, se convertía en carne y hueso, con una melena roja como la de su madre y ojos de un intenso verde. Apenas se levantó y miró a su alrededor, se encontró sola y no dudó en darle escape a toda la emoción tan intensa que sentía al llevar su mano dentro de su regazo.


Después del fugaz recuerdo, que de nuevo se aparece ante ella con toda su fuerza, Alen respira profundo y se encuentra a sí misma bajo un ciprés, mirando a donde estaría el río en su recuerdo, y se sienta ahí esperando calmarse.

La hellhound había decidido salir a dar una vuelta por el aire más esta elección se vio interrumpida casi al momento al que inició, tan solo saltar de un balcó de la mansión estirando las alas y dando un aletazo le hizo sentir lo suficientemente triste como para descender a nivel de suelo y flotar con unos cuantos movimientos de sus alas, movimientos que lentamente la guiaron al jardín de la mansión, lugar donde vio una melena roja.

Ninguno de los habitantes de la mansión era pelirrojo, lo que solo explicaría que era alguien externo, pero....qué no debían tener la invitación de alguien de la mansión para entrar? Ruby se acercó firmemente tan solo moviendo sus alas para mantenerse en equilibrio, era simple, si estaba dentro seguramente tenía la invitación de alguien.

Se sentó frente a la chica con algo de distancia mirándola fijamente —Hola? Disculpa quién te invitó a la mansión?— También estaba la posibilidad que el hechizo hubiese sido revocado de alguna forma desde que Jules ya no vivía ahí pero, nunca estaba de más preguntar, o en este caso atacar con forma de pregunta.

El zorro había llegado temprano a la cita con su novio, como de costumbre, no podía contener sus ganas de verlo. Salió directo de clases a la mansión, pero, quizás esta vez había llegado muy temprano, considerando que la cita para la pijamada era hasta la tarde noche. No quería molestar al conejo, así que decidió aprovechar su tiempo de sobra y darse un tour por la mansión.

Había venido varias veces, pero casi siempre era llegar, y entrar directo al cuarto de Kaiser. Esta vez decidió conocer un poco mas el área. Era un lugar hermoso, aunque intento evitar la zona residencial. Después de todo, no conocía a mucha gente viviendo ahí, fuera de su novio estaba Ruby, Ian, Dylan también vivía ahí, ¿No?  Y luego estaba el demonio que parecía ser algo como el dueño de la mansión, siendo honestos intimidaba al pequeño nahual un poco.

Opto por alejarse de la zona residencial, y entro a los jardines, al entrar percibió un aroma muy diferente ; y atractivo; lo siguió hasta ver a una chica con el cabello rojo debajo de un árbol, se veía concentrada, así que Eytan finalmente decidió no molestarla, pero se quedo viendo muy curioso detrás de unos arbustos.

Después de unos segundos, cuando había decidido irse y seguir investigando, escucho a alguien mas llegar, era Ruby,  no pudo evitar contemplar la carencia de pierna que tenia. No la había visto desde antes de aquel incidente, y le causaba mucha intriga, la demonio se veía muy diferente. Escucho la pregunta de Ruby hacia la otra chica, y guardo silencio viendo. Al parecer su presencia no había sido notada.

La súcubo, que no había escuchado a Ruby acercarse, se giró para verla con ojos asustados, pálida y de nuevo respirando profundo.
-H-hola, tú... te he visto en el Instituto- dice con voz ligeramente temblorosa, intentando sonreír y ponerse en pie... y apoyándose en un árbol, porque no lo logra -. Ruby, ¿verdad? Me ha invitado Vhann... Es amiga de mi madre de muchos años, y y-yo francamente necesitaba alejarme de la escuela por unos días. Por cierto... te veo mejor que la última vez. Eso me da gusto.

Y

Ruby levantó una ceja algo confundida al ver la reacción ajena ante su presencia, no es como que su pregunta hubiese llegado muy abusiva, entendía que se asustara si tenía la mente en otro lado pero, un segundo....estaba temblando? La demonio se impulsó con sus alas para levantarse y sostener a la chica, tratando de ayudarla a mantener el equilibrio.

—Te recuerdo de las aguas termales....la señorita Alen verdad?— Entonces la había invitado Vhann, bueno, eso solo implicaba que el escudo se mantenía...probablemente? quizá le preguntaría luego a Zeo sobre eso —Si solo tener 15 cm de pierna y media cara quemada te parece que estoy mejor que la última vez en la que si estaba completa, supongo que si—.

La mirada de Ruby brilló ligeramente a la par que un aroma conocido le llegaba a la nariz, era una ligera hambre de conocimiento, o como lo dirían algunas otras personas, olía a curiosidad —Quién está ahí!?— preguntó a los arbustos mientras sujetaba mejor a la súcubo, acercándola a su cuerpo un poco para darle estabilidad justo antes de sentir un escalofrío correr su espalda, y voltear a ver a la chica de nuevo, por alguna razón el tenerla tan cerca le estaba mareando, pero debía mantener el equilibrio...en qué estaba? o si, los arbustos, quién sería quién estaba ahí?

El pequeño vio todo atentamente y escuchaba a la conversación, no sabia si alejarse o quedarse ahí, tenia demasiada curiosidad como para moverse, pero le habían enseñado que husmear no se veia como buena educación.

Cuando estaba dispuesto a irse; de nuevo;  escucho la voz de Ruby gritar hacia su dirección. Se quedo estático por unos segundos y después salió brincando de los arbustos, rascandose un hombro.

- Hey, hola.. bueno yo-  se mordio un labio levemente, tenia miedo que las chicas  se molestaran de que estuviera ahí. - Yo estaba paseando por los jardines y luego vi a la chica de cabello rojo y luego te vi a ti y me dio curiosidad saber que estaba pasando-  

Se encogió de hombros, sintiéndose como se hacia chiquito de la pena, Ruby con la cara medio quemada y su semblante mas serio se veía un poco intimidante; y nunca se habían llevado tanto como para tener ese tipo de confianza con ella. Y en cuanto a la pelirroja, no la conocía, recordaba su cabello de algún lugar, ahora que la veía detenidamente, pero no tenia idea de quien fuera.

Al ver salir al pequeño sonríe ligeramente, aliviada de que fuera alguien también de Furukawa; lo había sentido cerca, pero estaba tan concentrada y apabullada por la aparición de Ruby que decidió no prestarle atención.

-Oh, hola, tú... también eres de la escuela, pero no recuerdo tu nombre... Lo siento mucho, pero podríamos presentaros ahora. Mi nombre es Alen- dice con una sonrisa ligeramente avergonzada, empezando a tranquilizarse y sosteniéndose en pie sola para acercarse a darle la mano, pero sin alejarse demasiado de la hellhound; sabe que ella lo siente.

Y entonces se dirige de nuevo a Ruby, tomando una punta de su cabello y apenas rizándola en su dedo.

-Lamento haberlos asustado. Vine casi en secreto, como te decía... De cuando en muy seguido necesito alejarme de todo- y ríe con ligereza -. Y... a lo que me refería es que me alegra verte viva. Sanarás, lo sé- remata, mirándola con sus brillantes ojos verdes.

—Oh, Eytan eras tu, vienes a ver a Kaiser me imagino?— lo primero que sus ojos hicieron fue mirar la mano izquierda del nahual notando un anillo igual al que cargaba Kaiser, ya se lo imaginaba. Soltó un suspiro estaba alegre por su amigo aunque algo la inquietaba, y no sabía decir muy bien el porque.

Cuando la súcubo se alejó se sintió un poco más estable, pero al momento en que esta se acercó de nuevo y comenzó a rizarse el cabello sintió como se congelaba en su lugar, escuchó sus palabras sin escucharlas realmente y al hacer contacto directo con sus ojos sintió de nuevo un escalofrío pasar por su espalda, era mirada le recordaba demasiado a la mirada que tomaba Jules cuando se transformaba en abbadon.

Pasó saliva de nuevo, esta vez de forma más sonora mientras la miraba fijamente, hipnotizada por sus ojos —Yo...si...supongo que eso es cierto, ya perdí un brazo antes después de todo— Sin darse cuenta sus mejillas comenzaron a sonrojarse un poco, pero a la vez estaba este sentimiento tan fuerte de nostalgia que le daba mirar esos ojos, no entendía muy bien que ocurría y mientras más miraba a la chica más se perdía.

Comenzó a pensar que podría estar pasando, y claramente no era un hechizo naranja, por culpa de la plaga podía sentirlos, a menos que fuera algo muy tenue aunque en ese caso porque Eytan no estaba siendo afectado por ello? Era un hechizo de area? si era así solo bastaría alejarse un poco pero, no podía o mejor dicho no quería hacerlo, aquellos ojos verdes con aquella pálida y suave piel, definitivamente le recordaban demasiado a Jules, pero también a...alguien más.

Eytan se encogió de hombros viendo a la hellhound - Si, vine a verlo, pero llegue unas cuantas horas temprano... Así que me puse a investigar - Le sonrío amistosamente para después verla muy atento por unos segundos. Quería agradecerle el echo de que fue a salvarlos, y también el echo de que haya salvado al conejo; según lo que le contó Kaiser;  pero justo ahora no parecía un buen momento.

Ruby parecía algo intrigada por la otra chica, la cual se llamaba Alen, según su pronta presentación. - Hola Alen, yo.. soy Eytan, y soy de primero - Dijo con una leve sonrisa, mientras estrechaba la mano de la chica, sintiendo su suave piel. - Tienes... un olor peculiar  - Dijo después de unos segundos, viéndola algo curioso. Se preguntaba que raza podría ser. ¿Darkha? No parecía...

Pasaba su mirada de Ruby a Alen, y de regreso, lleno de curiosidad. después de escuchar a Ruby recalcar lo de su brazo, se le hizo curioso y la volteo a ver extrañado. Nunca la había escuchado ser tan poco asertiva con sus comentarios. Después volteo a ver a Alen por cuarta ocasión consecutiva - Pues, yo en realidad no vivo aquí, solo vine de visita.. Y no me asustaste, solo me provocaste curiosidad...- Se encogió de hombros rascandose la mejilla levemente- Bienvenida, de todos modos!.

-Muchas gracias, Eytan... Y... Sí, me dicen seguido eso del olor. No soy una darkha, si eso quieres saber- agrega, esbozando una sonrisa coqueta y sabihonda -. Tú pareces serlo. Oh, espera... tú eras uno de los niños en la OMST! -dice, subiendo apenas el tono de su voz, chasqueando sus delgados y blancos dedos con una sonrisa -. Sí, te recuerdo. Te vi después con Kaiser. Me da gusto saber que ustedes dos también están bien. Kaiser... uff. Un chico increíble. Aguantó todo junto a Ruby, y eso es digno de admirarse - como amigos y como personas.

Y vuelve a mirar a Ruby, esta vez intentando leerla con los ojos sin usar sus poderes, haciendo su mirada ir y venir por su rostro, intentando no fijarse en la terrible cicatriz que ha quedado en su ojo. Ha notado también la especial tensión en la hellhound y no está segura qué en ella la provoca, pero si ambas son demonios, seguro que eso tiene que ver... según sabía, todos estaban emparentados en algún grado, pero creía ahora firmemente que Ruby sabía algo que ella no.

Kaiser, el suceso en la OMST, Eytan. La demonio soltó un suspiró a la par que con trabajo desviaba la mirada logrando al fin dejar de ver a la otra chica, era algo incómodo como la temperatura del aire parecía haber aumentado de golpe sin razón aparente, era casi como cuando Tanzanite estaba cerca.

En ese momento sintió como algo chasqueaba en su cabeza y volteó a ver a Alen de nuevo —Eres....una demonio de lujuria acaso?— Si la respuesta era si, eso explicaría la extraña atracción física tan fuerte que sentía por la chica a pesar de realmente no conocerla en lo más mínimo, de hecho si lo pensaba lógicamente era lo único que lo explicaba pero, digamos que no estaba pensando muy lógicamente en este momento, inclusive el movimiento de sus alas era un poco débil lo suficiente para que se tambaleara ligeramente al ver a la chica a los ojos de nuevo.

Algo dentro de si le urgía que dejara de ver a Alen y se alejara sin importar cual fuera su respuesta, pero había otra parte que solo se le quería acercar un poco más, parte a la cual solo podía adjudicar las habilidades naturales de un demonio de lujuria.

Escucho las palabras de Alen, no sabia que tanta gente había ido a su rescate ese día , se le hacia impresionante cuantas personas estaba dispuestas a arriesgar su vida por niños que ni conocian. Podía entenderlo de Kaiser, por obviedad, y quizás de Ruby, que fuera de todo era muy amable con la gente, pero ahora por lo que entendía Alen, y demás alumnos también habían ido al rescate.

-Si, yo estuve ahí, salí de ahí desmayado - Ríe en voz baja - Y si uhm, si Kaiser, es lo máximo! - Esbozo una gran sonrisa, como solía hacerlo cuando pensaba en su novio -También Ruby! No pensé que tanta gente fuera a nuestro rescate, gracias a las dos! - Cerro los ojos e hizo una leve reverencia en señal de agradecimiento 

- Oh, y yo soy un Nahual, no un Darkha.. solo que... tengo... problemas- lo ultimo lo susurro, encogiendose de hombros - Solía tener orejas , y cola,  y parecía un zorro - Dijo, poniendo sus manos en la cabeza, intentando imitar unas orejas y dando unos brinquitos.


Escucho la pregunta de Ruby, la cual duplico su curiosidad, tendría sentido, como Tanza, ¿no? , le había comentado que era un demonio de la lujuria y por eso era tan atractivo su olor. Examino a Alen una vez mas, su fina cara y bellos labios, y su rojo y atractivo cabello; le provocaba tocarlo; no seria raro que así lo fuera.

Maldita sea.

Así que eso era lo que tenía a Ruby tan rara. Agacha la cabeza, intentando esconder un terrible sonrojo que le enciende todo el rostro. Se siente descubierta, y realmente no muy orgullosa de su naturaleza, en especial después de cómo se comportó ese día en las aguas termales... aunque de algún modo, recordaba a ese chico, Tanzanite, y pensaba que lo suyo no era tan malo.

Con una frágil y apenas temblorosa mano se hace hacia atrás el cabello mientras se incorpora, pero mantiene la mirada baja.
-Sí, sí lo soy.
Mientras, hace lo posible por apagar su aura y evitar que ambas criaturas puedan seguir percibiéndola como algo irresistible, deseando fundirse con los árboles y la maleza alrededor de ella... aún no conoce hasta dónde puede llegar con el avasallador poder que se le ha dado sobre el deseo de otros.

Well, eso lo explicaba, Ruby dió un suspiro mientras cerraba los ojos aleteando hacia atrás para alejarse un poco de la chica, o al menos eso pretendía, pero sus sentidos engañados le empujaron al frente al sentir como su pecho chocaba contra algo, abrió los ojos en sorpresa para ver que estaba ahora más cerca de Alen que antes. Tragó saliva sonoramente a la par que un escalofrío recorría su espalda y la chica se alejaba de golpe —L-Lo siento—.

Ya un poco lejos de la chica se acercó bastante a Eytan  para poder continuar siendo parte de la conversación —Kaiser es un idiota sin remedio al que no podemos dejar un segundo sin que se preocupe de que el pasado se repita— Ruby miró a Eytan con el ceño fruncido —Jamás te arriesgues por Kaiser ni te pongas en peligro por él entendido? no creo que lo soporte de nuevo, así que no hagas que haga idioteces sin avisarnos, entendido?— Ruby decía esto con buenas intenciones aún si sus palabras no lo daban a reconocer así su aura lo hacía.

Con esto dicho le revolvió el pelo al nahual con algo de brusquedad y volteó a ver a Alen —Disculpa, debido al entorno en el que crecí, no tengo muy buena relación con demonios de lujuria, no era mi intención ofenderte o hacerte sentir mal— Mientras miraba a la chica para hablar se sonrojaba de nuevo, por lo que decidió mejor cerrar la boca antes de empezar a hablar de más de nuevo.

El olor de la chica tenia sentido, pero fuera de su fuerte olor atractivo, ahora sentía un olor un poco mas nostálgico, se le quedo viendo a Alen- Oh, no te sientas mal por ser quien eres,  no tiene nada de malo - Se encoge de hombros, un poco inseguro de lo que estaba diciendo.

Su atención fue tomada por las palabras de Ruby - El.. pues, no me ha platicado mucho de su pasado, pero si me ha dicho que cometió errores y perdió gente especial por eso - Trago saliva, quería saber mas pero no sabia si era el momento, o si Ruby quisiera compartirle todo - Y-yo... bueno... - Se quedo callado y vio a Alen, suspirando e intentando relajar sus pensamientos, realmente quería tocar su cabello.

Alen mira entre ternura y tristeza a Eytan; sabe cómo debe sentirse estando con una persona que pasa el tiempo perdido en su pasado... y se acerca apenas, apoyando una mano en su hombro.
-Tú disfruta estar con él, si lo quieres- dice, despacio y con gran sentimiento- . Al final eso es todo lo que importa, todo lo que te quedará si es que todo termina.

Después se gira hacia Ruby, mirándole fijo y procurando ser sólo comprensiva con ella.
-No, yo... me imagino- añade -. En general los demonios

no tenemos nada bueno. He escuchado atrocidades cometidas por los de mi calaña... Y... pido una disculpa por ser lo que soy. Todavía no me trae problemas, pero seguro algún día lo hará.

Como quien no quiere la cosa empieza a caminar hacia atrás, sin dejar de mirarlos, y murmura Sieh mich nicht. Estas palabras crean la ilusión de que Alen se está desvaneciendo entre los arbustos, haciendo difícil que ambos puedan enfocarla... cuando ella en realidad sólo camina, camina para esconderse de nuevo.

Ruby mira a Alen  acercarse a Eytan y hablarle tranquila mente "lo único que quedará eh?" piensa mientras se lleva el pulgar a su dedo anular jugando con la falta de anillo "También queda un vacío enorme" sigue hablando consigo misma hasta que nota como la súcubo voltea a verla.

Las palabras de Alen la ayudan a distraerse un poco y también a molestarse ligeramente, antes de que la chica se aleje demasiado la sujeta de la muñeca jalándola de forma algo busca —Lo que otros demonios hagan no tiene porque afectarnos a nosotros, muchos demonios bélicos le han dado también mala fama a nuestra raza por ser demasiado bestiales y llegar a atacar o devorar humanos, pero yo no hago más que alimentarme de lo necesario, y tu no haces más que expresar tus habilidades de raza, llegamos a Furukawa con la intención de aprender y controlarlas— La hellhound se quedó callada un momento y sin soltar a Alen volteó a ver a la mansión, poco a poco Alen y Eytan podían ver como la cicatriz de quemadura en su cara se desvanecía. 

—Con suerte, encontrar un hogar y una familia— Una ligera sonrisa se posó en los labios de Ruby antes de que volviera a ver a Alen, su hechizo comenzaba a hacer efecto y Ruby comenzaba a perderla de vista, así que tan solo apretó el agarre para asegurarse de que la pelirroja seguía ahí —A lo que voy es, seamos demonios, ángeles, nahuales, earthfolks o dioses con apariencia de niños de 14 años, todos estamos aquí con un objetivo en común y ese no es ni juzgarnos ni juzgar a los demás sino aprender, es una escuela después de todo— Sentía la enorme urgencia de abrazar a la pelirroja más se estaba conteniendo con todas sus fuerzas, aún sin notar que su rostro ya había vuelto a la normalidad

El nahual jugaba con su anillo, girandolo con los dedos contiguos y mordiendose el labio levemente - Disfrutar estar con el... encontrar un hogar y una familia-  El chico saco la lengua para lamerse el labio inferior lentamente. Algo acerca de esas palabras se escuchaba acogedor, pero de la misma forma se escuchaba algo alarmante.

-Yo creo que... Ruby es muy buena persona, se preocupa por la gente cercana a ella y siempre es muy paciente en enseñarme cosas. Y tu Alen.. tu.. - Se le queda viendo, inmerso en su cabello que se veía muy sedoso - No te conozco pero pareces una gran persona, y hueles a que no tienes malas intensiones - Antes de que lo supiera se encontraba al lado de la súcubo, acariciando  su cabello espontáneamente - Tan suaveeeee.

La impresión que le provoca ver que la terrible cicatriz de Ruby se desvanece frente a sus ojos hace que su hechizo pierda fuerza, pues entre eso y el apretón en su brazo se está desconcentrando. Dios mío. Dios mío... Sus manos... La voltea a ver con una sonrisa ligera y azorada, reapareciendo para ambos, acercando una mano hacia ella y acariciando apenas su rostro mientras escucha a Eytan a lo lejos... Y al sentir su mano en su esponjoso cabello sonríe más, riendo apenas.

-Con suerte, aquí no encontraré cosas que quieran matarme, como en mi casa- dice, aún sonriendo, intentando no llorar. Ugh, otra vez, mis ojos terminarán como pasitas, piensa para sí -. Además... agradezco la confianza que me tienen ahora, espero que no cambie...

La sonrisa de Alen junto a su mano posándose en su mejilla hacen que el rostro de Ruby se encienda de un profundo rojo nuevamente, sin realmente notarlo mucho da un par de pasos en su dirección quedando cara a cara con la pelirroja, su respiración comienza a agitarse era como...

Un flashazo de sus atroces tiempos en hell regresa a su mente en el momento en que la súcubo menciona sobre cosas que no quieran matarla. Ruby logra reaccionar cuando ya tenía la mano en la cintura ajena, presionando a la chica en un abrazo y acercando sus labios, con una mezcla entre terror y vergüenza suelta a la otra chica dejándose caer de espaldas con un aleteo a la par que la suelta, su pierna ya no le respondía.

Llevó su mano a la cara temblando mientras lágrimas salían de sus ojos y rápidamente una barrera de mana gris se formaba a su alrededor, defendiéndola, alejándola, aislándola...era como aquella vez en el hotel darkha en el que casi destruye medio edificio por los recuerdos de su pasado —No...BASTA!!— Su voz sonaba desesperada y vacía, su mente estaba perdida en sus recuerdos y tan solo intentaba defenderse de un enemigo que no estaba ahí. Los ojos de Ruby comenzaban a brillar a la par que la barrera se extendía tratando de alejar a Alen y a Eytan de si misma, pero a la vez arrasando con la naturaleza a su paso, dando a mostrar con esto que era una barrera destructiva.

El nahual sonrió al ver la reacción de Alen, se veía mas tranquila. Decidió dejarla y darle su espacio; para acto seguido ver como Ruby y Alen se acercaban.

-Hey yo.. uhm, quizás seria mejor darles su espacio? Puedo rime ya si quieren!-  Su boca habla sin ni siquiera pensarlo; pero era claro que no estaba siendo escuchado. A punto de que Ruby chocara sus labios con Alen la empujo; y una oleada de sentimientos mezclados azoto la nariz de Eytan.

Echándose para atrás por inercia se llevo la mano a la nariz, para así ver a la demonio crear un escudo gris que empezaba a quemar el pasto alrededor de ella - Oh no!- Le dolía ver a la naturaleza morir sin sentido, y le preocupaba que el escudo alcanzara a Alen y a el. No estaban en la escuela, así que los hechizos podrían hacer daño.

Podía olfatear el miedo que Ruby estaba sintiendo; y un solo pensamiento paso por la cabeza; tenia que ayudarla; - 'Basilisk Protection'! - Evocando escamas mágicas resistentes de basilisco alrededor de todo su cuerpo, hizo lo primero que le vino a la mente. Embestir en contra del escudo para intentarlo romper, para así llegar con Ruby y abrazarla.

Trigger(?):  Si logra romper el escudo ira directo a abrazar a Ruby.

Hechizo:

-¡RUBY, NO!

Alen cae al suelo inevitablemente tras sentir que el escudo la derriba. Ve al pequeño Eytan cubrirse de escamas y se tranquiliza; sabe que no tendrá que preocuparse por él. Su forma humana no resistirá el embate de la hellhound, así que decide transformarse en su forma verdadera, con las negras escamas dracónicas y los retorcidos cuernos adornados de amatista. Estira apenas su mano hacia Ruby, no está muy lejos de ella y no puede verla con los ojos, pero puede percibir su aura perfectamente... un aura llena de dolor, de tristeza, de confusión.

Ya con lágrimas en los ojos sigue llamando su nombre, arrastrándose bajo el escudo y sintiendo cómo hasta sus escamas se van quemando. Estira su mano, concentrando todo el mana blanco que puede y murmurando Hilfe... y un hilo aperlado de su mano intenta acercarse a ella a través de las oleadas del escudo.

Al momento en que Eytan toca el escudo este explota por completo tratando de lanzar lejos al chico y además formando una gruesa capa de humo dentro de la cual solo se pueden distinguir un par de brillantes luces, una roja y una amarilla, un gruñido comienza a inundar la niebla a la par que un coletazo golpea a Eytan alejándolo aún más de su cuerpo.

La hellhound intenta huir pero a falta de un brazo y una pierna le es imposible y termina cayendo de hocico en el suelo, su cambio fué tan repentino que sus alas se quedaron del tamaño normal, sin embargo de golpe estas se estiran comenzando a aletear.

Al momento en que Ruby logra separarse del suelo vuelve a soltar un fuerte gruñido y la niebla comienza a disiparse dejando ver a un enorme perro asustado y llorando, mientras deja salir su aura tratando de verse más imponente de lo que realmente es.

El nahual reboto en el suelo al momento de tocarla, para después ser impulsado por la cola hasta chocar con un árbol, tosió levemente y después gruño, enfocando su vista; sentía dolor en la espalda y pierna, pero gracias a las escamas los daños se habían mantenido locales.

Después de que el humo se disipara, logro ver la true form de Ruby; lo cual provoco que Eytan apretara los dientes de inmediato.  Una bestia descontrolada viéndolos de manera intimidante; había vivido esto antes; hace no mas de dos semanas.

Una mezcla de miedo y preocupación atravezo toda su espina como bala, volteo a ver a Alen que también estaba en su true form. Suspiro intentando relajarse. No había muchas cosas que podría hacer para tranquilizar a Ruby, pero al mismo tiempo una Hellhound libre podía llegar a ser peligroso... Estaban en la mansión y había gente fuerte ahí, pero no tenia tiempo para ir corriendo y regresar esperando que la demonio se quedara quieta.

Trago saliva y vio a Alen - Tenemos que ayudarla! Hay que calmarla de alguna forma! - Penso en Spike intentando calmar a Kotka esa vez - Conoces la magia de mentes? La que te ayuda a hablar con alguien mas mentalmente?

Estaba algo frustrado por no poder hacer mucho, y se sentía muy afectado por recordar algunas cosas de la OSTD, pero realmente debía ayudar.

Alen volteó a mirar a Eytan cuando éste fue repelido por el escudo de Ruby, sin perder detalle de la transformación de la hellhound. Al escucharlo asiente con energía.
-¡Ésa es mi especialidad, chiquitín!
Y de nuevo mira a Ruby, convertida ahora completamente en la hellhound. Traga saliva y junta todo el mana naranja que puede, respirando profundo, rezándole en silencio a todo lo que conoce para que esto funcione. No conoce a Ruby, y sin embargo le parece tan familiar, tan hermosa dentro de su ira... desea ayudarla, desea tranquilizarla...

Sieh mich an.
Abre los ojos y se pone en pie, usando el mana naranja para que Ruby se concentre sólo en ella mientras crea la ilusión de que es de nuevo humana para evitar asustarla; de inmediato se hinca y se acerca lentamente a la hellhound, intentando mantener un vínculo mental con ella.
-Ruby, hermosa... aquí estoy... no pasa nada, todo está bien... estás a salvo... estoy contigo...